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quarta-feira, 3 de maio de 2017

ABELARDO CASTILLO


Muere el argentino Abelardo Castillo, maestro de escritores

Con él se va otro de los grandes de la literatura argentina del siglo XX

Buenos Aires 
El escritor argentino Abelardo Castillo en una foto de diciembre de 2016.
“Arreció la muerte sobre la literatura argentina”, dijo Abelardo Castillo en una entrevista en enero pasado. Con dolor, enumeró a La Nación la lista de “amigos” que se habían ido sólo en 2016 y 2017: Alberto LaisecaRicardo Piglia, Josefina Ludmer. “Antes”, dijo, “Dalmiro Sáenz, David Viñas y Ernesto Sábato”. Ahora la muerte también lo ha alcanzado a él, apenas cumplidos los 82 años. Castillo fue uno de los protagonistas de la vida cultural argentina del último medio siglo, testigo y protagonista de una de las etapas más prolíficas de la literatura del país sudamericano, y su partida deja huérfanos de referente a decenas de escritores que año tras año se han formado en sus talleres literarios. Autores como Liliana Heker, Guillermo Martínez, Juan Forn o Gonzalo Garcés nacieron a las letras bajo la mirada de Castillo, pese a la insistencia del maestro de que estudiar para escritor “no sirve para nada”. La cultura argentina también debe a su nombre revistas literarias ahora legendarias: El escarabajo de oroEl grillo de papel y El Ornitorrinco.
Castillo nació en Buenos Aires en 1935, pero se crio en San Pedro, una ciudad con costa al río Paraná. Allí comenzó escribir, cuando era un adolescente, sus diarios, publicados a modo de autobiografía no sistemática en 2014. Esos textos son un recorrido por su vida como escritor en ciernes, sus problemas con el alcohol y sobre cómo adquirió el hábito de la lectura en el colegio Wilfrid Barón, el mismo en el que estudió el papa Francisco. También son relatos de su compromiso político. Fue justamente su revista El Ornitorrinco, que dirigió junto con la escritora Silvia Iparraguirre, su pareja durante más de 40 años, uno de los pocos medios gráficos que en 1981, en plena dictadura, publicó la carta de las Madres de Plaza de Mayo pidiendo a los militares por sus hijos desaparecidos.
Castillo escribió teatro, novela, ensayos y cuentos, pero fue también un gran orador. En 2014, recibió junto a Piglia el premio Konex de Brillante a las letras argentinas de la última década, un galardón que en 1984 mereció Jorge Luis Borges y diez años después Adolfo Bioy Casares. Castillo se excusó de ir a recibir el premio por una “contractura”, pero luego admitió que estaba “muy contento”. El jurado tuvo en cuenta una larga lista de obras singulares: Israfel, Cuentos crueles, Las panteras y el templo, El que tiene sed, Las maquinarias de la noche, Ser escritor, El oficio de mentir, El espejo que tiembla y Las palabras y los días. Castillo siempre dijo que esas obras eran su verdadero diario, mucho más que la prosa escrita adrede como recuerdo ordenado: “Las memorias suelen ser bastante novelescas y mentirosas. En cambio todo texto literario de alguna manera es un hito en un mapa autobiográfico”.
Castillo se ha ido en silencio, pero no como esos artistas que con el paso de los años sienten curiosidad por la muerte y, poco a poco, parecen acostumbrarse a su inminencia. Hace sólo cuatro meses declaraba su rebeldía. “Odio a la muerte, la detesto”, dijo, “la vida es algo que sucede en un sentido. Todo lo que nace debería ser inmortal si aplicamos una lógica abrumadora. Sé que me voy a morir, pero también sé que mientras esté vivo soy inmortal”. Allí están sus libros, para no contradecirlo.

XII SEMINARIO INTERNACIONAL DE LENGUA Y PERIODISMO LENGUAJE CLARO





Agencia EFE

La reina pide un lenguaje claro y riguroso en el periodismo y ámbito público

La reina Letizia ha deseado hoy que los expertos que participan en el seminario que aborda El lenguaje claro, reto de la sociedad del siglo XXI realicen una reflexión «exitosa" para lograr un lenguaje claro y riguroso en el periodismo y en el ámbito público.

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Doña Letizia ha inaugurado el XII Seminario Internacional de Lengua y Periodismo Lenguaje claro, reto de la sociedad del siglo XXI, organizado por la Fundación San Millán de la Cogolla y la Fundación del Español Urgente (promovida por la Agencia EFE y BBVA).
La reina ha pedido a los asistentes al seminario que, en sus conclusiones, dibujen, «seguro que con claridad”, «un mapa confiable -sobre lenguaje claro-, que guíe a quienes, con sus textos, afectan de forma, a veces profunda, la vida de numerosas personas».
«Ya veréis vosotros -ha añadido- si debe o no sacrificarse todo a la claridad o si ser claro significa ser simple», o «si dejamos la abstracción, la complejidad semántica y la suntuosidad de adjetivos solo a los textos académicos y literarios y buscamos la sencillez y la concisión en los jurídicos, los administrativos y los informativos».
Ha indicado que ha hecho el ejercicio de acudir a un periódico cualquiera a detectar posibles faltas de claridad y, «claro, hay de todo», y abundan verbos como se desataestallase rebelan, arrasa o arranca.
«Quizá el trazo que dibujan estos verbos sea grueso. Quizá, y para construir el relato periodístico, la realidad requiera, o no, un lenguaje más apacible, aunque no menos riguroso», ha incidido.
Doña Letizia ha afirmado que este seminario le concierne y le importa y ha indicado que «hay muchas preguntas sobre la mesa y dos días de debate», por lo que ha deseado una «exitosa» reflexión sobre el lenguaje claro.
La lección inaugural la ha pronunciado la catedrática de Ética y Filosofía Política de la Universidad de Valencia, Adela Cortina, y también directora de la Fundación ÉTNOR (Ética de los Negocios y las Organizaciones Empresariales).
En su intervención, ha defendido que el esfuerzo por el lenguaje claro ha sido un necesidad permanente, pero se ha convertido en una exigencia «ineludible» en el actual «tiempo nuevo».
«Sin el lenguaje claro y llano en determinados sectores no existen sociedades democráticas», según Cortina, quien ha citado «el derecho de cada persona a comprender aquello que le afecta para poder asumir su respuesta de forma autónoma» .
Y ha añadido, respecto a los gobiernos y las administraciones públicas, que suelen utilizar en sus documentos «una jerga de rufianes», con «un lenguaje abstruso y unilateral», aunque «tal vez lo hagan sin intención».
A ello ha sumado «el lenguaje judicial, hermético, duro y casi ofensivo, que ignora, de hecho, la presunción de inocencia»; la reclamación de claridad en el lenguaje sanitario y textos comprensibles en el mundo empresarial y financiero.
Cortina ha afirmado que recurrir a «un lenguaje claro, llano y bien cuidado» es una cortesía y un deber indeclinable de los gobiernos, las administraciones públicas, los poderes del Estado, como el legislativo y el judicial; los profesionales, los medios de comunicación, las empresas y las entidades financieras.
«Es, sencillamente, una exigencia de justicia, porque resulta imprescindible para que los afectados en cada campo puedan ejercer su autonomía, que supone comprensión y posibilidad de participación activa», ha explicado.
También ha intervenido el director de la Real Academia Española (RAE), Darío Villanueva, quien ha dicho que la claridad del lenguaje es todo un reto para la sociedad del siglo XXI y que la entidad que dirige «está empeñada» en ayudar con sus aportaciones al logro de ese objetivo en las áreas judicial y jurídica.
Ha indicado, que «desafortunadamente, existen leyes escritas de tal modo que los que tenemos que cumplirlas no somos capaces de comprenderlas, por la oscuridad que a veces parece incluso deliberada por parte de los legisladores, que empaña su formulación verbal».
Con tal motivo, la RAE ha elaborado, en concordancia con el Tribunal Supremo y el Consejo General del Poder Judicial, un Diccionario de español jurídico, publicado en 2016 y puesto ya en la red para su consulta gratuita.
A la inauguración ha acudido también el presidente del Gobierno riojano, José Ignacio Ceniceros, quien ha asegurado que «la información que no se comprende no genera conocimiento, sino ruido».

EL LENGUAJE EN EL ÁMBITO JUDICIAL

La RAE está empeñada en contribuir a un lenguaje claro en el ámbito judicial

El director de la Real Academia Española (RAE), Darío Villanueva, ha dicho que la claridad del lenguaje es todo un reto para la sociedad del siglo XXI y la entidad que dirige «está empeñada" en ayudar con sus aportaciones al logro de ese objetivo en las áreas judicial y jurídica.

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Villanueva ha intervenido hoy en la inauguración del XII Seminario Internacional del Lengua y Periodismo, organizado por la Fundación San Millán de la Cogolla y la Fundación del Español Urgente (promovida por la Agencia EFE y BBVA), y que ha inaugurado la reina Letizia.
Ha indicado que «desafortunadamente existen leyes escritas de tal modo que los que tenemos que cumplirlas no somos capaces de comprenderlas, por la oscuridad que a veces parece incluso deliberada por parte de los legisladores, que empaña su formulación verbal».
Con tal motivo, la RAE ha elaborado, en concordancia con el Tribunal Supremo y el Consejo General del Poder Judicial, un Diccionario de español jurídico, publicado en 2016 y puesto ya en la red para su consulta gratuita.
Ahora se trabaja de nuevo en ese diccionario, con el fin de enriquecerlo con el léxico específicamente referido a las leyes y las prácticas jurídicas hispanoamericanas, ha avanzado Villanueva, quien ha recordado que este año se ha presentado el Libro de estilo de la Justicia.
El también presidente del patronato de la Fundación del Español Urgente, Fundéu BBVA, ha citado la frase de Ortega y Gasset «la claridad es la cortesía del filósofo».
«Pero también lo es del político, del periodista, del profesor, del médico, del predicador, del ejecutivo, del empresario, del diplomático, del tertuliano», según Villanueva, «en fin, de todos los hombres y mujeres que tengan conciencia de esa capacidad que caracteriza a nuestra especie, el lenguaje».
A ello ha añadido «la lengua o lenguas de que hacemos uso para comunicarnos con los demás, para expresar nuestra intimidad, para referirnos al mundo que nos rodea, o para incidir en el pensamiento y la conducta de nuestros interlocutores».
Ha recordado que se conmemora el cincuentenario del fallecimiento, ocurrido el 2 de mayo de 1967, del miembro más longevo de la llamada generación del 98, el alicantino José Martínez Ruiz, conocido por su seudónimo de Azorín.
«La prosa periodística y literaria de Azorín se considera un modelo difícilmente superable de claridad, precisión y belleza», ha indicado el director de la RAE, al recurrir a «una sintaxis simple, de frase cortas, a un léxico preciso pero con frecuencia sorprendente por no ser excesivamente habitual, y por la elección muy medida de las series de adjetivos yuxtapuestos».

FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE

Agencia EFEFundéu - BBVA
FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE

ex número uno


escrito en 


tres palabras

Recomendación urgente del día
La expresión ex número uno se escribe con el prefijo ex separado del resto de las palabras que la componen.
En las noticias sobre eventos deportivos, pero también en la prensa en general, las denominaciones número uno, número dos, etc., aparecen con cierta frecuencia y, cuando alguien ha perdido esa posición, se aprecian vacilaciones a la hora de referirse a este hecho de forma adecuada: «El exnúmero uno del tenis casi muere al chocar su lujoso auto», «Los esfuerzos por desacreditar al ex ‘número dos’ de la policía» o «El exnúmero uno acabó el partido con solo 11 errores no forzados y un destacado 92 % de los servicios».
Según indica la Ortografía académica, el prefijo ex- se escribe, como norma general, unido a la palabra a la que acompaña, como excampeónpero separado cuando precede a una expresión formada por varios términos que tienen un significado unitario, como número uno, número dos, etc.
Por ello, en los ejemplos anteriores lo adecuado habría sido escribir «El ex número uno del tenis casi muere al chocar su lujoso auto», «Los esfuerzos por desacreditar al ex número dos de la policía» y «El ex número uno acabó el partido con solo 11 errores no forzados y un destacado 92 % de los servicios».
Número uno es, por lo demás, una expresión que figura en el Diccionario académico con el sentido de ‘persona o cosa que sobresale en algo, destacando sobre todas las demás’ y que, por tanto, no necesita ningún tipo de resalte o de entrecomillado, y esto puede hacerse extensivo a otras formas como número dos, número tres, etc.
Ver también escritura del prefijo ex y prefijos, cuatro claves para una buena redacción.

LA RECOMENDACIÓN DIARIA:

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