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segunda-feira, 24 de agosto de 2015

ARGENTINA

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La pobreza ya no es sólo un daño material, sino cultural

Tribuna.Jorge Ossona en Clarín - Buenos Aires

Aproximarse a la temática de la pobreza significa adoptar los recaudos en cuanto a su definición. El término es controversial porque, como bien lo señala la socióloga Alicia Gutiérrez, “se trata de una categoría descriptiva y no explicativa: pobre es aquel que en comparación con otros individuos de su sociedad alcanza, de una serie de rasgos tomados como categorizadores, los más bajos niveles”. El concepto, además, debe ser planteado en términos espacio-temporales e históricos. Luis Alberto Romero concibe que la pobreza “estructural” comienza cuando la sociedad argentina, a partir de mediados de los 70, “perdió su homogeneidad y relativa integración … fundada en el empleo para casi todos, así como oportunidades para mejorar y ascender, con seguridad concretadas en los hijos y en los nietos”. Todas ellas, garantizadas por políticas universales por un Estado potente. Se trata, entonces, de un fenómeno no solo material sino también -y fundamentalmente- cultural. Recorramos su evolución histórica en una gran pincelada de secuencias básicas.
La des-salarización comenzada por el “rodrigazo” determinó que las familias y diversas organizaciones comunitarias debieran asumir las funciones orientadas a sostener la subsistencia de sus miembros. El consiguiente tránsito de la formalidad a la informalidad se registró no solo en el orden laboral sino en el habitacional como lo prueba la sustitución del sistema de loteos suburbanos por las ocupaciones territoriales compulsivas desde los 80. Los barrios populares devinieron en “asentamientos”. El desempleo, por su parte, afectó a los trabajadores de mediana edad, arrojando al mercado laboral a mujeres y jóvenes ocupados menos en el sector industrial que en los servicios. 
Los sindicatos dejaron de ser el eje vertebrador de la organización laboral, sustituidos por organizaciones comunitarias de base barrial. El “gremio” fue relevado por el “barrio” en donde se organiza ya menos el progreso comunitario que la subsistencia. El eventual apoyo de organizaciones no gubernamentales tendió a modificar el estado de derecho social por el deber moral y un filantropismo rayano en la caridad. De ahí, el papel importante y reforzado de las instituciones religiosas. El cambio supuso, a su vez, hondas transformaciones subjetivas en las que ser obrero, católico y peronista fue sustituido por las identidades ofrecidas por el culto, la familia, la nacionalidad –en el caso de los inmigrantes- o las expresiones estéticas y deportivas. Estas condensaron pasiones “totales” cuyos “códigos” terminaron siendo más fuertes que la propia ley.
El Estado, por último, contribuyó al nuevo filantropismo sustituyendo las políticas universales por los programas “focales” administrados por funcionarios especializados. Los criterios de los nuevos tecnoburócratas se contagiaron a la sociedad civil, en la que surgieron líderes dotados de saberes específicos. Con el tiempo, devinieron en un elenco estable de gestores de planes que abarcaban desde la urbanización y vivienda hasta bolsas de alimentos. 
Los sectores empobrecidos se estratificaron horizontal y verticalmente: en el primer caso, entre barrios, según la capacidad operativa de sus jefes; en el segundo, entre las categorías de vecinos próximas a estos. El resto, organizado en diferentes peldaños, debió conformarse con prebendas marginales y diferenciadas. Estas abarcaban, en el tope, un empleo público –también privados por indicación de las autoridades municipales a empleadores con deudas o al borde de la legalidad-; y en la base, espacios en la vía pública para el comercio informal de sucesivos contingentes. 
Por último, los grandes espacios de usufructo colectivo se fracturaron en ámbitos escindidos entre sí. En el caso de villas y asentamientos -así como en los exclusivos countries- primó una suerte de “encierro” defensivo pletórico de recaudos y sospechas, así como el imperio de normas subculturales específicas. La mejor metáfora del nuevo estado de cosas la ofrece la idea que allí por donde antes “se pasaba”, desde entonces “se entra o se sale”. Este escenario se reprodujo en escuelas, hospitales, plazas y hasta cementerios evocando, además, la crisis de un Estado impotente.
Hemos aquí enumerado solo algunos caracteres culturales de la realidad social de la nueva pobreza. Por cierto, solo unas pinceladas porque el proceso fue mucho más complejo. Hubo viejos pobres que se tornaron más pobres; así como segmentos que habían salido de la pobreza y se re-empobrecieron. Importantes fracciones de las clases medias también cayeron, cambiando sus expectativas vitales y sus visiones del mundo. En ese contexto se modificaron ideas y valores como el trabajo, la educación, la salud, la familia, la propiedad, el futuro, el poder, y la política. La desmoralización abrió cauce a la naturalización y a un conformismo agradecido aunque al mismo tiempo rencoroso respecto de benefactores sociales o políticos –los famosos “efectores de bienestar”-, oportunistas y explotadores de las necesidades apremiantes.
Sea tal vez allí que estribe la naturalización que conduzca a estos últimos a desconocer la pobreza, una actitud negadora indiscernible de otras negaciones históricas como de infame memoria. Por suerte, aún contamos, como en su momento lo fueron las hoy degradadas organizaciones de derechos humanos, con el Observatorio Social de la UCA que periódicamente se encarga de sacudirnos de la modorra a la que nos acostumbró la nueva oligarquía política, tan sólida y arraigada en la defensa de sus prerrogativas como desertora de sus deberes sociales. 
Jorge Ossona
Historiador (UBA), miembro del Clib Político Argentino

LA ESQUINA DEL IDIOMA

Cuándo se tilda la Y

Piedad Villavicencio Bellolio

La /y/ se tilda cuando funciona como vocal en grafías antiguas: Ýñigo, otrosý, ansý...
Según la Ortografía de la lengua española (2010), «en los casos en que el acento de la palabra recaiga sobre un fonema vocálico /i/ excepcionalmente representado con el grafema y, se escribirá la tilde sobre esta letra si la palabra debe acentuarse gráficamente según las reglas de acentuación» (p. 222).
Esta norma, que se aplica en casos extraordinarios, recomienda, como ya vimos, que se tilden aquellas voces que tienen una /y/ con sonido de vocal. Esto se da cuando se reproducen grafías arcaicas o en desuso, como Ýñigo (apellido), otrosý, ansý, Ýscar (nombre), Laýna (apellido), Aýna (municipio de España), roýdos, entre otras.
Hay que hacer énfasis en que esta regla se aplica en vocablos de la característica mencionada, pero no funciona con las palabras actuales. Por lo tanto, las agudas no se tildan cuando terminan en y, pues esta letra se considera consonante para efectos de acentuación gráfica. Ejemplos: estoy, virrey, convoy. En consecuencia, las graves o llanas sí se tildan cuando tienen esa terminación. Ejemplos: yóquey, póney. (F)
FUENTES:
Diccionario panhispánico de dudas (2005), Nueva gramática de la lengua española (2009), Ortografía de la lengua española (2010), Diccionario de la lengua española (2014), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.

EL PALACIO DEL IDIOMA


Real Academia Española, el palacio del idioma

Todos los jueves, en un lujoso recinto de Madrid, 46 ‘jerarcas’ ocupan sus ‘tronos’ para discutir las normas de nuestra lengua.

Por Claudia Solera -excelsior.com.mx  - Mexico.





MADRID, 23 de agosto.— La lengua española es como una monarquía con un palacio, con 46 jerarcas que rigen 93 mil palabras y una constitución llamada Diccionario de la lengua española.


Todas las tardes de los jueves, en un lujoso recinto —antigua propiedad de la corona española en el centro de Madrid—, 46nobles se sientan en sus tronos señalizados en el respaldo por una letra, mayúscula o minúscula, alrededor de una mesa para discutir las normas de nuestro idioma.


La única diferencia entre una monarquía tradicional y ésta es que cada uno de los 46 integrantes fue merecedor del lugar por méritos excepcionales, no por nacer con sangre real. Eso sí, como los grandes monarcas también son poseedores de un título vitalicio.


Entre los dignatarios están destacados académicos con doctorados en filología, filosofía, derecho, letras o/y periodistas y escritores.


Basta mencionar dos de los 46 nombres reales para comprender el poder que estos académicos han ejercido sobre el idioma español: Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura 2010, quien ocupa la silla “L”, y Arturo Pérez-Reverte, famoso escritor y experiodista de guerra, autor de la novela La Reina del Sur, quien ocupa la silla “T”.


Como las cortes reales, la lengua española está regida por antiguos protocolos que nacieron junto con esta institución en 1713. Los jueves, los académicos —una vez reunidos en la solemne sede de la Real Academia Española de Felipe IV— se dirigen hacia el Salón de Plenos y, antes de atravesar la puerta, a un costado de la entrada principal se despojan de sus abrigos para dejarlos en su respectivo perchero personalizado por una placa blanca enmarcada en dorado con la leyenda de la abreviatura “Excelentísimo Señor”, seguida del nombre a quien pertenece.


Después de ponerse cómodos y pasar al Salón de Plenos, cada uno busca su silla con su letra grabada en relieve en el respaldo de madera. Cuando el director de la RAE, Darío Villanueva, los observa en sus respectivos asientos, lee de pie una oración en latín y la palabra “amén” da inicio a la sesión.


Los plenos de los académicos y la sede de la RAE están habitualmente cerrados al público. Sólo en dos ocasiones las sesiones salieron del recinto real y se ofrecieron en auditorios frente a numerosos invitados con motivo del bicentenario de la Constitución de Cádiz en 2012 y en la conmemoración del cuarto centenario de la publicación de la segunda parte de El Quijote, obra cumbre de Miguel de Cervantes, hace cinco meses.


La sede de la RAE está restringida, pues, según su director, es porque es un centro de trabajo para los académicos. Este año únicamente abrió sus puertas en el marco del Día Internacional del Libro el 23 de abril, jornada a la queExcélsior asistió.


En este palacio también se conservan tesoros de valor incalculable, como la primera edición de El Quijote y 42 incunables (libros impresos entre los años 1453 y 1500).


Después de la oración en latín, los protocolos continúan en el exclusivo Salón de Plenos. El primer ejercicio es leer el acta de la sesión anterior. Luego el secretario de la institución anuncia las noticias de la semana y, acto seguido, el director pronuncia “libros”, para que cualquiera de los 46 académicos que haya publicado alguna investigación o novela se levante para entregar el ejemplar donde aparece su nombre y de esta manera lo done a la biblioteca de la RAE, que cuenta con más de 250 mil títulos.


Por fin llega el tan ansiado anuncio que los académicos esperan para discutir lo que más les apasiona: la lengua española. Después de que el director pronuncia: “papeletas”, uno de los 46 jerarcas levanta la mano para proponer cuál palabra es la que será una de las protagonistas de ese día, ya sea que forme parte de las 93 mil hasta ahora aceptadas en el diccionario o que sea de uso informal y frecuente y que apenas pretenda incorporarse a nuestro idioma.


Entre las nuevas cinco mil palabras que se incorporaron a la RAE en los últimos cuatro años por su uso frecuente están: narcopolítica, feminicidio, homoparental, wifi, tuit, tableta y hacker.


Cada palabra tiene tres posibilidades de ser discutida en una sesión: por su significado en el diccionario, por los ejemplos de su uso y por sus distintas acepciones.


“Don” y “usted”


Las discusiones suelen llevarse a cabo en un ambiente de solemnidad. Los académicos deben dirigirse entre ellos de “don” y “usted”, y la jornada se prolongará sólo hasta que un reloj del siglo XIX en el Salón de Plenos se los permita, porque a las 8:30 de la noche sus campanadas serán la señal de que la sesión terminó.


A partir de ese instante, el director se reincorpora para leer nuevamente una oración en latín, pero más breve, y así clausurar la sesión. Las palabras que se quedaron sin resolución final serán discutidas en el pleno siguiente.


“Cultura”, “puto” y “abdicar”


Estos 46 notables son los encargados de regular la lengua española, el idioma oficial en 21 naciones, siendo México, el país con mayor número de hispanohablantes en el mundo, de acuerdo con datos del Instituto Cervantes.


Al día, el diccionario digital de la RAE tiene un promedio de un millón y medio de consultas, siendo la palabra “cultura” la más buscada desde 2012. Las únicas dos veces que “cultura” fue desbancada del primer lugar sucedió con el anuncio de abdicación a la corona del rey Juan Carlos, cuando millones teclearon en el buscador “abdicar” y la otra ocasión fue durante el mundial de Brasil, cuando la FIFA amenazó con sancionar a la afición mexicana por usar el popular insulto de “puto” en contra del portero de la selección rival.


Como cualquier monarquía, la RAE también tiene detractores. Jorge Luis Borges reclamaba: “Cada nueva edición hace añorar a la anterior”. Y ni hablar de la comunidad gitana que ha hecho diversos tipos de manifestación en contra de la acepción de “gitano”, que es trapacero (o tramposo), que aparece en la vigésimo tercera edición, por considerarla xenófoba.


Con 470 millones de hispanohablantes, la lengua española puede considerarse un insigne y monumental tesoro cultural

IDIOMAS

El mapa mundial de los idiomas

contra-chino
Tras quince años de investigaciones, un estudio de la Universidad de Düsseldorf devela todos los secretos de los idiomas que actualmente se hablan en el mundo. El mapa queda configurado del siguiente modo: los continentes que hablan más lenguas son Asia y África; chino, hindi, inglés, árabe y español son algunos de los que cuentan con mayor cantidad de hablantes como lengua materna; dos tercios de la población mundial comparte doce lenguas maternas; el italiano se habla mucho más de lo que pudiera creerse, mientras son numerosos los idiomas que están corriendo riesgo de extinción.
Un mapa bello e interesante, y al mismo tiempo una óptima guía para comprender qué idioma – más allá de las pasiones personales- conviene estudiar y cuáles necesitarían ayuda para no extinguirse y llevarse consigo una cultura y un modo de pensar.
Asia es el continente más rico en idiomas, con sus 2.301 lenguas, seguido por África con 2.138. En el área del Pacífico se cuentan 1.313 lenguas; en las Américas, 1.064 y en Europa, solamente 286.
Entre los 7,2 mil millones de habitantes de la Tierra existen alcunos idiomas que cuentan con mayor cantidad de hablantes nativos, es decir más personas que los hablan como lengua materna propia. Se lleva las palmas el chino, con 1,39 mil millones de hablantes nativos. Le siguen el hindi-urdu en el norte de la India con 588 millones, el inglés con 527 millones, el árabe con 467 millones, el español con 389 millones, el bengalí con 250 millones y a la zaga se ubican el ruso, el portugués, el alemán, el japonés, el francés y el italiano.
Bilingüismo
El español es hablado por el 4,85% de la población mundial y está más difundido que el inglés, que habla el 4,83% de la población. Pero hay que aclarar que también existen los bilingües y en este aspecto el inglés derrota al español, que a menudo constituye la segunda lengua materna ; en términos absolutos el inglés aventaja al español.
Sorprende que el portugués esté ubicado por debajo de lo estimado, pero cabe destacar que no todos los brasileños son de lengua materna portuguesa.
Un fenómeno interesante lo constituyen los países donde se habla más de un idioma. Se denomina índice de diversidad lingüística de Greenberg y en buena medida es la probabilidad de que dos personas seleccionadas en forma aleatoria dentro de una misma nación hablen idiomas diferentes. Si este índice es equivalente a 100, ello significa que es una certeza. En Papúa Nueva Guinea este porcentaje es altísimo, corresponde al 98,8 por ciento. En Camerún esta posibilidad es del 97%, mientras que en los Estados Unidos sólo asciende al 33 por ciento.
Los países del inglés
Otro parámetro analizado es el número de países en los cuales se habla el mismo idioma. Para decirlo en términos sencillos, un idioma puede ser hablado por muchas personas en un solo país o bien por pocas personas pero estar difundido en muchas naciones.
El récord absoluto en este caso corresponde al inglés, que se habla en 101 países, seguido por el árabe, utilizado en 60 naciones y por el francés, en 51. Vienen detrás, según este criterio, el chino, el español, el persa y el alemán. Resulta claro que este criterio de clasificación recibe la fuerte influencia de la antigua potencia de los imperios coloniales.
Si se trata de cuál es la lengua oficial mayormente hablada, de nuevo el inglés lleva la delantera, aunque no significa que sea hablado por todos los habitantes de una nación. Los países donde se habla el inglés como lengua oficial son 35: Belice, Botsuana, Canadá, Camerún, Eritrea, Fiji, Ghana, Guyana, India, Irlanda, Jamaica, Kenia, Liberia, Lesoto, Malaui, Namibia, Nigeria, Nueva Zelanda, Pakistán, Filipinas, Papúa Nueva Guinea, Puerto Rico, Ruanda, Sudán, Sudán del Sur, Islas Salomón, Sierra Leona, Sudáfrica, Suazilandia, Trinidad y Tobago, Tanzania, Uganda, Vanuatu, Zambia y Zimbabue.
Extinción
La noticia preocupante es que en todo el mundo son alrededor de 2.000 lenguas las habladas por poco más de 1.000 personas como lengua materna y por lo tanto se las considera en riesgo de extinción y, lamentablemente, se prevé que cerca de la mitad de los idiomas utilizados en todo el mundo están destinados a desaparecer antes de fin de siglo. Con ellos desaparecerán culturas enteras, modos de pensar y de concebir la vida y su muerte arrastrará consigo mucho más que un idioma. La selva amazónica, el África subsahariana, Oceanía, Australia y Asia sudoriental encabezan la triste lista de los idiomas en riesgo crítico.
Como sea, el idioma más estudiado sigue siendo el inglés, con 1,5 mil millones de personas que buscan aprenderlo. En millones, quienes estudian el francés son 83, mientras que el chino cuenta con 30, el alemán y el español con 14,5, el italiano con 8 y el japonés, con tres. Últimamente, el escenario ha cambiado un poco: el chino ganó popularidad y aumentó en forma vistosa en tan sólo 13 años, al ganar 33% más de estudiantes; mientras que el ruso ha perdido alrededor del mismo porcentaje.
El dato clave es que en el campo de las finanzas el alemán manda: los especialistas en dicha materia que hablen este idioma están destinados a hacer mucha más carrera.

FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE

Agencia EFEFundéu - BBVA
FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE

intríngulis 


es voz masculina

Recomendación urgente del día
El vocablo intríngulis es de género masculino (el intríngulis) y por ello resulta inapropiado emplearlo en femenino (la intríngulis).
En la prensa aparece en ocasiones esta palabra con el género que no le corresponde: «Es conocedor de la intríngulis y el juego de roles de la política municipal», «El diario hace un análisis de los giros producidos en la intríngulis electoral estadounidense» o «Desde Managua investiga las intríngulis de la concesión».
El Diccionario panhispánico de dudas señala que la palabra intríngulissignifica ‘dificultad o complicación’ e ‘intención solapada o razón oculta’ y precisa que es voz masculina, género con el que también aparece en el diccionario académico. Al ser esdrújula acabada en ese, permaneceinvariable en plurallos intríngulis.
Así, lo adecuado habría sido «Es conocedor del intríngulis y el juego de roles de la política municipal», «El diario hace un análisis de los giros producidos en el intríngulis electoral estadounidense» y «Desde Managua investiga los intríngulis de la concesión».

LA RECOMENDACIÓN DIARIA:

  LA RECOMENDACIÓN DIARIA el maratón  y  la maratón ,   formas adecuadas   La palabra  maratón  puede emplearse tanto en masculino  ( el mar...