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quarta-feira, 8 de julho de 2015

ENREDADOS


Esquirol, peluca, chiringuito... ¿pero, de dónde salen esas palabras?
Buceando en la etimología
  • No todo es arbitrario en el lenguaje. A veces, al conocer sus raíces, queremos más a las palabras. Como ocurre con todo lo que es más viejo que nosotros


     
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"He llamado a las cosas por su nombre, aunque el nombre rompa el hechizo", escribió el poeta José Hierro, como si al bautizar algunas cosas se hicieran más reales. Cuando arañamos en la piel de algunas y descubrimos su origen, se hacen más grandes. Decía Julieta a Romeo, "lo que llamamos rosa exhalaría el mismo perfume aún cuando de otra forma se llamase", para explicar que ciertas cosas -las rosas, el amor también la alegría- son igual de verdaderas aunque cambien de nombre. Pero no todo es arbitrario en el lenguaje. A veces, al conocer sus raíces, queremos más a las palabras. Como ocurre con todo lo que es más viejo que nosotros.

1. Chiringuito

Ahora que Madrid es una sauna abierta hasta en la madrugada y que los urbanitas soñamos con terrazas y playas -y con aire acondicionado permanente- sepan que la palabra "chiringuito" viene de Cuba. Allí, en las plantaciones de café los trabajadores metían el café en una media y la apretaban para que saliera un chorrito. Al chorro lo llamaban chiringo. Luego se empezó a llamar así a los locales donde servían el café. Allá por 1913 abrió sus puertas un café pequeño encima de la arena de Sitges. Los indianos que habían regresado a España después de hacer fortuna en las Américas- pedían "chiringo" y el lugar adoptó el nombre del contenido. (Como tantos otros: "cafetería", "heladería", "peluquería...")

2. Peluca

Qué tontería, "peluca" viene de "pelo", pensará usted. Se equivoca. De hecho, sólo en español se aprecia esa relación fonética entre ambas palabras (en francés se le llama "perruque", nada que ver con "cheveux", pelo. La peluca se llama "parrucca" en italiano y "peruca" en rumano, por ejemplo). La versión más extendida es que el origen de la palabra está en "perruquet" que significa loro en francés (y que también está en el origen de nuestro "periquito"). El término se utilizaba para referirse a los jueces, porque hablaban demasiado y además llevaban pelucas en la cabeza que les daban aspecto de enormes loros parlanchines.

3. Esquirol

Registrada por primera vez en el Diccionario de la Real Academia en 1925 con el significado de "obrero que sustituye a un huelguista", la palabra es catalana. En esta lengua, significa ardilla pero también es el nombre por el que se conoce el pueblo de Santa María de Corcó (Barcelona). Al pueblo se le llama Esquirol porque había una posada que se llamaba así y que tenía como emblema una ardilla enjaulada. Pero eso es desviarme.
La solución se encuentra en el libro 'Un senyor de Barcelona', deJosep Pla, que cuenta las memorias de un rico industrial, Rafael Puget. Puget explica cómo una de las primeras huelgas de Cataluña tuvo lugar en Manlleu -su pueblo- Para sustituir a los huelguistas, los patrones fueron a buscar a trabajadores que les sustituyeran a pueblos más cercanos. La mayoría salió de Esquirol.

4. Bigote

Su origen está en la expresión alemana Bey Gott!, que significa "¡Vive Dios!" La utilizaban a modo de juramento los caballeros flamencos del séquito del rey Carlos V mientras se atusaban las puntas de sus afilados mostachos. Lo que es curioso es que en alemán los bigotes se llamen Schnurrbart, algo así como "barba de cuerdas".

5. Coche

Esta sí que no se la esperaban. Coche viene del húngaro, kocsi, que a su vez viene de Kocs, una ciudad a uno 70 kilómetros de Budapest donde se construían allá por el siglo XVI unos carruajes fabulosos conocidos como kocsi szekér. Su pronunciación era muy parecida a "coche". El escudo de la ciudad tiene en su interior dibujado un carruaje.

6. Carajo

¡Me importa un carajo! Aunque para la RAE esta palabra significa "miembro viril", en media Latinoamérica la expresión se utiliza a diario para referirse, en plan rotundo, a las cosas que importan poco o nada. Pues bien, un carajo, en los barcos, era una especie de canastilla en lo alto del mástil, a donde los marineros subían para desentrañar el horizonte, los barcos enemigos, los glaciares. Era el peor lugar el barco, desprotegido y solitario y, a menudo, allí se enviaba al marino problemático, para perderle de vista.

7. Mus

Para que luego digan que en España no se respeta la diversidad lingüística, la palabra mus viene del vasco y, antes, del francés, "mouche", aunque no está clara la relación entre la mosca y los naipes. La primera referencia al mus aparece en un Diccionario trilingüe del castellano, el latín y el vascuence, de 1745. Allí, tras la explicación de en qué consiste el juego, dice Manuel de Larramendi, autor del diccionario que se le dio este nombre, mus -musu significa beso- porque los compañeros se entienden a través de señas con los labios. Órdago también es una palabra vasca que significa "ahí está", expresión de normalidad absoluta que contrasta con lo que significa apostarlo todo.

8. Zombi

Como usted es políglota, sabrá que la palabra -reconocida en la RAE- la adoptamos del inglés. Pero es una palabra africana, proviene delkimbundú, concretamente de la palabra "nzumbi". La explicación la recoge el Oxford English Dictionary, que dice que nzumbi tiene los significados de dios y de fetiche. Cuando la población negra del África occidental fue vendida como esclavos a Haiti y otros países caribeños en el siglo XVII y XIX, esas creencias viajaron con ellos y la palabra se extendió, poco a poco, con el significado de espectro y de muerto viviente.
Fuente: http://www.elmundo.es/enredados/2015/07/01/5592d387e2704eb86e8b4590.html

LATINISMOS

Resultado de imagem para LATINISMOS Latinismos, nueva norma

Columna 'El lenguaje del tiempo', de Fernando Ávila, experto en redacción y creación literaria

Cita:
“Carlos Gaviria, in memóriam” (El Espectador), “Grecia vota en referéndum sobre su lugar en Europa” (El Universal), “En el debate realizado a Metrolínea no hubo quórum para que la Gerente del sistema entregara las respuestas” (Vanguardia Liberal).

Comentario:
Está claro que la mayoría de las palabras básicas de nuestro idioma, alumno, quieto, súbdito, amar..., vienen de voces latinas, alumnus, quietus, súbditus, amare... Muchas otras, sin embargo, mantuvieron su forma original y convivieron con las voces españolas, dándole al discurso una contundencia un tanto sofisticada, como cuando se introducen las expresiones ad hoc, motu proprio, sine qua non, en frases como “Pérez es ministro de Hacienda ad hoc”, “Tomó motu proprio la osada decisión”, “Es condición sine qua non para autorizar el desembolso”.
La Academia no les daba a estos latinismos el mismo manejo que a otros extranjerismos, para los que exige el llamado resalte tipográfico, que consiste en escribirlo en cursiva o entre comillas, indicando así que es palabra o locución prestada, como show, leasing, tips, en las frases “montó un show de padre y señor mío”, “puede adquirir la vivienda por leasing, “tips para el manejo de pataletas infantiles”.
Más aún, los latinismos no solo aparecían en redonda (letra normal), sino que se adoptó la costumbre de tildarlos según las mismas normas que rigen la acentuación de vocablos españoles. Por eso se veía in memóriam, quórum, referéndum..., por ser palabras graves terminadas en m.
Pues bien, todo ello tiene una nueva norma, claramente explicada en la Ortografía de la lengua española, edición del 2010, y recogida en el Diccionario de la lengua española, 2014. Por una parte hay latinismos como quorum y summum, traducidos al español así: cuórum (‘número de individuos necesario para deliberar y votar’) y sumun (‘que no se puede superar’, ‘grado máximo de una cualidad’).
Por otra parte, hay latinismos que ya no lo son, por lo que se escriben también en redonda, y con tilde si les corresponde, como ítem, lapsus, in fraganti, eccehomo, campus, estatus, ex cátedra, hábitat, per cápita, sic... En esa lista están las siguientes expresiones terminadas en m: álbum, currículum, desiderátum, maremágnum, memorándum, pandemónium, pódium, referéndum, solárium, vademécum, palabras definitivamente integradas ya al léxico español.
Y finalmente hay latinismos que siguen siéndolo, y se deben escribir ahora en cursiva y sin tildes, como alma mater, alter ego, habeas corpus, habeas data, ibidem, in pectore, tabula rasa, sub iudice, vox populi. La lista incluye las siguientes terminadas en m: totum revolutum, ad honorem, delirium tremens, in memoriam.
En las citas iniciales habría que corregir así: “Carlos Gaviria, in memoriam”, y “…no hubo cuórum...”. En cambio, “referéndum” debe quedar tal cual.
FERNANDO ÁVILA
Experto en redacción y creación literaria

FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE

Agencia EFEFundéu - BBVA
FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE

colaboración mutua


expresión 


redundante

Recomendación urgente del día
La expresión colaboración mutua es redundante, por lo que se aconseja no abusar de este giro, máxime allí donde no se quiera aportar un matiz enfatizador o expresivo.
En los medios de comunicación es habitual encontrar frases como «La universidad es fuente de innovación y talento, un lugar esencial para Telefónica con el que mantener una estrecha relación de colaboración mutua» o «De ahí que la colaboración mutua y la buena disposición de todos vaya a dar lugar a una jornada de limpieza de este entorno».
El sustantivo colaboración alude a la acción de colaborar, verbo que, según el Diccionario del estudiante, de la Real Academia Española, significa ‘trabajar conjuntamente con alguien, especialmente para ayudarlo en la realización de algo’. Por este motivo, la palabra colaboración, por sí sola, ya aporta la idea de que se trabaja en común.
De este modo, en ejemplos como los anteriores, en los que no parece que exista una propósito intensificador, hubiera sido más apropiado escribir «La universidad es fuente de innovación y talento, un lugar esencial para Telefónica con el que mantener una estrecha colaboración» y «De ahí que la colaboración y la buena disposición de todos vaya a dar lugar a una jornada de limpieza de este entorno».

LA RECOMENDACIÓN DIARIA:

  LA RECOMENDACIÓN DIARIA el maratón  y  la maratón ,   formas adecuadas   La palabra  maratón  puede emplearse tanto en masculino  ( el mar...