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quinta-feira, 25 de setembro de 2014

MARCO AURELIO, LA MISERIA DE LA FILOSOFÍA

Demolición de Marco Aurelio

Por:  25 de septiembre de 2014 en El País - España
Marco ecuestre
                                Estatua ecuestre de Marco Aurelio en el Campidoglio, Roma / Leemage, Getty















A juicio de sus contemporáneos, Marco Aurelio fue el emperador perfecto, aquel cuyo reinado fue la época más feliz del mundo antiguo, último de la serie de los llamados ‘emperadores buenos’ del siglo II d. C. Las fuentes históricas de aquel tiempo nos han legado la figura de un emperador que siempre obró con rectitud, sabiduría y humanidad, guiado por su pasión por la filosofía estoica. Y si prefiriésemos evocar a nuestro personaje con herramientas actuales, los cinéfilos podrían revisar las memorables interpretaciones que de él hicieron Alec Guiness en La caída del Imperio Romano Richard Harris en Gladiator, que nos dejaron una positiva y bienintencionada imagen de Marco. Pero si analizamos la documentación de la época, y de Marco Aurelio queda muchísima, con las gafas de la crítica, el resultado puede ser demoledor. Esa es la tarea que se propuso el profesor Augusto Fraschetti, profesor de Historia romana en la Università di Roma La Sapienza y la Universidad de La Sorbona, con Marco Aurelio, la miseria de la filosofía (2007), que ha sido publicado este año en español por Marcial Pons gracias a la traducción de Javier Arce.
Es necesario aclarar que se trata de una obra póstuma que Fraschetti estaba terminando cuando falleció en 2007, pero que se decidió publicar como homenaje al autor. Por ello se echa en falta una última corrección que eliminase repeticiones, reducción de textos citados in extenso, etc,. No obstante, la profusión de notas, citas y textos de fuentes diversas juegan a favor de la obra. En cuanto al enfoque, el autor opina que quizás se le puede reprochar “el haber intentado reconstruir en todos sus aspectos las diferentes fases de un reinado de forma quizás no demasiado benévola en relación con su protagonista”. Si por benevolencia entendemos simpatía y buena voluntad hacia las personas, en este ensayo el lector tendrá complicado encontrar algo de ella hacia Marco Aurelio.
Desde el reinado de Nerva se inicia lo que se denominó el “imperio adoptivo”, que se basaba teóricamente en la elección del “mejor” por parte del Augusto para sucederle en el trono de Roma. Los investigadores -alemanes sobre todo- que creyeron que este fue el método sucesorio del siglo II, recurrían a unos ‘principios de adopción’ descritos por TácitoPlinio. Marco Aurelio designó a su hijo Cómodo sucesor del Imperio con lo que ese ideal político, que se suponía que era el óptimo, tocaba a su fin según Fraschetti, pero hay que añadir que ninguno de los emperadores adoptivos anteriores tuvieron descendencia masculina directa y no sabemos qué habría pasado si Adriano hubiese tenido un hijo natural. El profesor italiano sabía que la elección del “mejor” no pasaba el examen de la realidad y analiza el papel que jugaban las mujeres de la domus Augusta, en quienes el mismo Marco Aurelio veía la “dote imperial” ya que transmitían el vínculo que radicaba en la gens Aelia. Se acerca en ese análisis al que ya llevó a cabo Alicia M. Canto, profesora de la UAM y miembro de la Real Academia de la Historia, sobre la dinastía Ulpio-Aelia, que incluye desde los italicenses Trajano y Adriano hasta Cómodo (98-192 d.C.), una verdadera dinastía hispana enraizada en la Bética con fuertes lazos de consanguinidad y comunes objetivos políticos, como lo demuestra el origen de los padres de Marco Annio Vero, nuestro Marco Aurelio, que nacieron en la colonia cesariana de Ucubi, la actual Espejo cordobesa.   
Marco-aurelio-la-miseria-de-la-filosofia-9788415963097Al ser proclamado emperador, Marco pide al Senado que sean aplicadas las disposiciones sucesorias de Adriano y que su hermano adoptivo Lucio Vero le acompañe en el coprincipado con lo que Roma dispondría de dos Augustos con poderes idénticos a todos los efectos, la misma auctoritas y la misma potestas. Lo que según la historiografía tradicional fue una armoniosa relación fraternal, según Fraschetti no fue tal y la política de guerra lo demostraría. El Imperio Parto desafió a Marco desde Oriente al poco de ser proclamado emperador, tratando de controlar el estado tapón armenio. Lucio Vero tomó las riendas de la expedición romana que respondería a Vologeses III de Partia, ya que Marco carecía de  conocimientos militares. Al contrario de lo que afirma la Historia Augusta -una compilación de biografías imperiales de la época-que describe a Lucio como un depravado e inmoral, Fraschetti opina que este cumplió impecablemente con los objetivos y no cuestiona la expedición, pero una vez controlada Armenia, ¿era necesario desde el punto de vista del gasto militar llegar hasta Ctesifonte, la misma capital parta, y destruir Seleucia, ciudad que se rindió sin batallar?
Cuando las legiones vuelven a Roma con Lucio en 165 d. C. no vienen solas. Vuelven victoriosas pero traen la peste. La enfermedad se extendió por todo Occidente y en su peor fase se cobró en Roma 50.000 muertes diarias con unas consecuencias que persistieron durante largo tiempo. Con este panorama, el limes septentrional del Imperio se derrumba por la presión que ejercen marcomanos y cuados, y Marco Aurelio ya no sabrá lo que es una paz definitiva en el Danubio y el Rin hasta su muerte. 300 años después, el territorio itálico vuelve a ser invadido y Aquileia –situada en el Véneto- es sometida a asedio. Marco se vio obligado a gestionar reclutamientos militares masivos para contener a los bárbaros, con el gasto económico añadido que impuso a una sociedad asolada por la peste, pero en opinión de Fraschetti, el problema principal era la estrategia a seguir con los enemigos del norte. Lucio Vero quería mantener la política de contención y diplomacia que caracterizó los reinados de Adriano y Antonino Pío, con bastante éxito, mientras que Marco estaba a favor de “una política imperialista” que llevase las fronteras de Roma hasta el Elba, creando las nuevas provincias romanas de Marcomania y Sarmacia, lo cual era de todo punto insostenible. Según Fraschetti, el empecinamiento de Marco en estas guerras, constante juego del gato y el ratón sin visos de victoria, pasará una factura que le costará demasiado cara a Roma.
Marco aureo
Esa factura económica se componía de varios elementos: la falta de mano de obra en el campo y las ciudades, el aumento de la presión fiscal a causa de las guerras nórdicas, la decisión de devaluar el denario debida a las exangües reservas de plata y la espiral inflacionista generalizada. La situación era tan difícil que Marco decidió incluso subastar las propiedades imperiales para financiar las levas militares. Todo esto lleva a Fraschetti a afirmar que “el comienzo de la decadencia  del Imperio romano se debe hacer recaer          Áureo con la imagen de Marco Aurelio / Dagli Orti, Getty       sobre el emperador-filósofo
Marco Aurelio. Él (…) no deja de aparecer como un completo ignorante de las leyes que regulan una economía de mercado y la marcha de los precios”. Pero el “buen” Marco, como irónicamente suele enfatizar el autor, fue capaz de dar alguna de cal, como ocurrió en el caso de los esclavos. Legisló favoreciendo la manumisión de éstos y protegiendo la nueva situación de los libertos. Su visión estoica de la esclavitud era paradójicamente cercana a la de los cristianos, que protagonizaron el episodio más controvertido del reinado de Marco Aurelio. El historiador italiano es taxativo en este asunto cuando afirma que Marco Aurelio los consideraba “adversarios a combatir sin piedad y sin tregua” y actuó como “un perseguidor feroz”.
En contraste con la gran tolerancia de la que habían dado prueba tanto Adriano como Antonino Pío, entraron en vigor los 'nuevos decretos' cuya principal novedad era la puesta en marcha de la búsqueda de oficio de esos cristianos por parte de las autoridades provinciales. La historiografía moderna ha intentado pasar de puntillas por este asunto y buscar explicaciones que al final no resultan convincentes. Las legiones de reciente creación fueron completadas con todos los recursos posibles: esclavos, bandidos o gladiadores. La escasez de estos últimos en los espectáculos públicos por el elevado precio que por ellos exigían los lanistae, unida al ambiente de persecución, provocó sucesos como el de los mártires de Lyon, cuya matanza sustituyó la celebración de unos costosos juegos de gladiadores. A este respecto, Anthony Birley en Marco Aurelio, la biografía definitiva (Ed. Gredos), descarga toda la responsabilidad en las autoridades provinciales del consejo de las Galias, pero no parece creíble que éstas actuasen en sentido contrario a las órdenes del Augusto.
 Marco sacri def
                   Marco Aurelio celebra un sacrificio en el templo de Jupiter en el Capitolio / Dagli Orti, Getty
Resulta paradójico que fuesen un antiguo esclavo y el soberano del Imperio las dos últimas grandes figuras del estoicismo. El frigio Epicteto ejerció sobre el emperador una enorme influencia en su pensamiento, la cual impregnará las Meditaciones, el cuaderno de anotaciones personales de Marco en el que Carlo Carena, oportunamente traído por Fraschetti, encuentra su interés no como “ejemplo de un ensayo divinamente sereno, sino al contrario, [como] el afán de una búsqueda nunca concluida, la prueba decepcionante de un esfuerzo teórico alejado de la complejidad de la realidad”. Marco Aurelio gustaba de repetir la afirmación de Platón: “Felices los pueblos en los que los filósofos son reyes o en los que los reyes practican la filosofía”. En qué medida pudo o quiso Marco Aurelio que el estoicismo fuese el timón de su política es la pregunta más significativa que podemos hacernos sobre su imperio. G. R. Stanton subraya "con énfasis la que podría definirse [como] una ‘escisión’ profunda entre el Marco Aurelio emperador y el Marco Aurelio filósofo”. Fraschetti sostiene que esto sólo tiene una causa: la conducta hipócrita de Marco, la hipocresía que se impuso a la filosofía del emperador.       

LAS COSAS POR SU NOMBRE

Por:  25 de septiembre de 2014 en El País - España

El olor de la lluvia sobre la tierra seca y otras 28 cosas que no sabías que tenían nombre

Hasta ahora, cada vez que te ponías a coser botones clavabas las agujas que no utilizabas en lo que tú llamabas “cojincico” o “la cosa esa de las agujas”. Gracias a esta lista, podrás usar el nombre correcto tanto de esta almohadilla (que es un acerico) como de otras 28 cosas imprescindibles para tu vida diaria o para tus partidas de Scrabble, como la espuma de la cerveza o ese maravilloso olor que deja la lluvia después de caer en un lugar seco.
SnoopylluviaFoto vía YouTube

1. Acerico. Almohada pequeña. Y también la almohadilla que sirve para clavar alfileres o agujas.
2. Agrafe. Pieza de metal para sujetar el cierre de botellas y frascos. Por ejemplo, el alambre y la chapa de las botellas de cava.
3. Ampersand. El signo &.

4. Ápice. Acento o cualquiera de los signos que se colocan sobre las letras, como el punto de las íes. Eso sí, el acento de la eñe se llama virgulilla.

5. Carúncula. La cresta de gallos y pavos.

6. Crencha. Raya del pelo y cada una de las partes en las que la crencha divide el cabello.

7. Criptomnesia. Fenómeno que consiste en creer que se te acaba de ocurrir algo que en realidad sólo lo estabas recordando, aunque no recuerdes que ya lo sabías. Por ejemplo, cuando plagias involuntariamente un tuit.

8. Diastema. Espacio entre los dientes. Estuvo de moda durante siete segundos porque todo ha estado de moda alguna vez. O lo estará. Recordad, por ejemplo, los bigotes.

9. Estepicursor. El matojo rodante típico de las películas del oeste o de cuando cuentas un chiste en un bar. También se llama rodamundos, sorrasca, calamino, boja, salicón, salicor, salicornio, salicornia, barrilla, corredora del desierto, bola del oeste, apretaculos, capitana, malvecino, alicornio, cardo ruso, planta rodadora, bruja, chamizo, cachanilla, maromera, salsola, y rodadora.

10. Filtrum. Surco subnasal, es decir, la ranura situada debajo de la nariz y encima de los labios.

11. Fosfenos. Las manchas luminosas que se ven al frotar los párpados.

12. Ginecomastia. Man boobs.

13. Giste. La espuma de la cerveza. Ejemplo de uso cotidiano: “¿Sabías que la espuma de la cerveza se llama giste?”

14. Guedeja. Cabellera larga y también la melena del león.

15. Herrete. Cada una de las puntas de plástico o metal de los cordones.

16. Jeme. Distancia que hay desde la punta del pulgar a la del índice, separando el uno del otro todo lo posible. Unidad de medida equivalente a “un cacho así”.

17. Lemniscata. Curva plana de forma semejante a un 8. Es el término correcto del símbolo de infinito.

18. Lúnula. El espacio blanquecino semilunar de la raíz de las uñas.

19. Óbelo. Signo de división. El de multiplicar es una más común “aspa”.

20. Petricor. El olor de la lluvia en sitios secos.

21. Pie de Morton o pie griego. Cuando el segundo dedo del pie es más largo que el gordo. (¿Estas personas son alienígenas infiltrados? Este sería otro debate).

22. Quincunce. Disposición como la figura de un cinco en un dado, con cuatro puntos formando un rectángulo y otro punto en el centro.

23. Recazo. La parte del cuchillo opuesta al filo.

24. Sangradura. La parte hundida del brazo opuesta al codo.

25. Telson. La cola de los crustáceos. Ejemplo: “¿Tú te comes el telson de los langostinos? Yo sí. Soy un poco bruto”.

26. Tenesmo. Ganas frecuentes de ir al baño.

27. Vagido. Gemido o llanto del recién nacido.

28. Virola. Es una abrazadera de metal que se coloca en algunos instrumentos, incluyendo la anilla metálica que une el lápiz con la goma de borrar y la punta de un paraguas, por ejemplo. No confundir con “vitola”.

29. Vitola. La anilla de los cigarros puros

LA LENGUA VIVA


Buenas y malas palabras



 en Libertad Digital - España




Me interesa mucho la función psicológica de las palabras soheces (sic). Escribo así siguiendo la decisión del estupendo Diccionario sohez sobre el uso del español cotidiano, de Delfín Carbonell Basset. Para la gente corriente el hecho de recurrir a los tacos produce un efecto balsámico, relajante, catártico. Ciertos escritores logran una gran impresión tachonando sus textos con profusión de palabrotas. Al lector le resulta atractivo ese recurso a las malas palabras, que dicen los argentinos. Muchas veces equivalen a interjecciones, exclamaciones, voces onomatopéyicas. El asunto puede tener gracia y hasta sirve para merecer un sillón de la RAE. Pero, como siempre, el problema reside en la saturación, el abuso. A veces da la impresión de que se recurre a la grosería cuando no se tienen otras palabras. El exceso de expresividad puede llegar a cansar. Además, no debe olvidarse que el lenguaje escrito y el oral se ajustan a reglas distintas. Ya sé que esa norma se ha descompuesto en algunos programas de la tele, pero no es razón para caer en la grosería general. Lo malo de la generalización de los tacos es que pierden su razón esencial de funcionar como tabúes.
Jesús Laínz me reprocha cariñosamente el uso que hago de angloparlantes y expresiones similares. Sugiere que me estoy acostumbrando a la "nueva llengua de l'imperi". Disiento y protesto. El verbo parlar es perfectamente castellano, al ser de raigambre latina. Lo he oído así de niño en el domicilio materno. Viene en los diccionarios, por lo mismo que decimos "parlanchín" o "parlamento". Cabe una brizna de ironía al admitir parlante en lugar de hablante. En catalán no cabe tal juego. Laínz, enváinatela.
Nicolás García Rincón observa la moda creciente de muchas empresas y organismos públicos al dirigirse a la clientela con el desconsiderado tuteo. A don Nicolás le suena despectivo. Le preocupa, además, que el tratamiento cortés de "usted" se llame "ustedeo". Anota que en una misma página de la Universidad Complutense se utilice el tuteo y el usteo. Reconozco el problema, pero me gusta más ustedeo que usteo. El infalible Manuel Seco escribe ustedeo como quien no quiere la cosa. Por desgracia, el tuteo generalizado nos aleja de nuestros hermanos hispanoamericanos. Pero la lengua es como la marea: no se puede detener.
Jaime Lerner (desde Tel Aviv) me recuerda la admiración que sentía el escritor norteamericano H. D. Thoreau por el término español gramática parda, intraducible al inglés. Se refiere a la habilidad de algunas personas para salir airosas de las dificultades, apelando al sentido común y la picardía. Entiendo que pardo alude a la ropa tradicional vulgar.
Una pequeña nota sobre las comunicaciones internéticas. Recibo muchos correos con el saludo de "buenas tardes" o equivalente. Ignoro a qué tardes se refiere, si yo leo el correo por la noche; un suponer. Otras veces algún amigo desea verse conmigo "esta tarde" o "mañana". ¿No podríamos concretar la fecha? Más perplejidades: ¿por qué sustituir en los correos el tradicional "querido Fulano" por "buenos días"? ¿Y qué me dicen del frígido “atento saludo”? Hay incluso quien prescinde del atento. Más parece una amenaza encubierta. En las escuelas se debería enseñar cómo escribir correos y mensajes telefónicos. Me temo que mi propuesta llega tarde.

DICCIONARIO



La nueva edición del DRAE

 |  
MANUEL PEÑALVER (ELALMERÍA.ES)



La historia de la lexicografía y el DRAE, en la conmemoración del tercer centenario de la institución. Y en el ayer de una obra filológica y lingüística ejemplar, que se proyecta en el presente y se refleja en el futuro como antología ilustrada de los siglos.


El Diccionario de autoridades (1713-1739), la Ortografía (1741) y la Gramática (1771), en sus primeras ediciones. Un camino largo y fructífero. Entre 2009 y 2013 se renovaron en distintas versiones la teoría gramatical y ortográfica. Ahora, corresponde al diccionario. Los trabajos concluyeron el 14 de marzo de este mismo año.
El próximo veintiuno de octubre estará en las librerías la vigésima tercera edición del DRAE. En el túnel del tiempo quedó aquel año de 1780, en el que apareció la primera edición, consecuencia directa del compendio del Diccionario de autoridades (valga, en este caso, la repetición), sin autoridades. Que, mirífica y espléndida, surge entre las dos orillas del océano por la colaboración de la asociación de las veintidós Academias de la Lengua Española.
Las características de una obra universal como el DRAE son bien conocidas. Sin embargo, hace falta entrar en detalle para conocer aspectos y novedades que distingan y diferencien esta edición de las anteriores. Sabido es que tendrá 2376 páginas, que estarán reunidas en un solo tomo. Igualmente, es conocido que habrá una versión en dos volúmenes para América.
[...]
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FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE

Agencia EFEFundéu - BBVA
FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE

tomar una curva


no negociarla

Recomendación urgente del día
La expresión negociar una curva o un viraje es un calco innecesario en español que puede sustituirse por tomar una curva o un viraje.
En las informaciones sobre automovilismo, motociclismo y ciclismo es habitual leer frases como «El ciclista colombiano negoció en primer lugar la última curva», «En la imagen, Pedrosa negocia una curva en el circuito de Laguna Seca» o «Los dos pilotos se la jugaron cuando negociaban los últimos virajes del circuito».
Negociar una curva es una traducción literal, bien del inglés to negotiate a bend/a curve o del francés négocier un virage.
El Diccionario académico recoge la locución tomar una curva para referirse al paso de un tramo recto a otro curvo. En España, también es adecuado construir esta locución con el verbo coger (coger una curva) que no se emplea en la mayor parte de América por las connotaciones vulgares de ese verbo.
Si se pretende enfatizar que la curva en cuestión supone, por su forma o por la velocidad del vehículo, una especial dificultad, pueden emplearse también los verbos afrontar (‘hacer cara a un peligro, problema o situación comprometida’), superar (‘vencer obstáculos o dificultades’) o acometer ( ‘emprender, intentar’, ‘decidirse a una acción o empezar a ejecutarla’), entre otros.
Así, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «El ciclista colombiano tomó en primer lugar la última curva», «En la imagen, Pedrosa supera una curva en el circuito de Laguna Seca» y «Los dos pilotos se la jugaron cuando afrontaban los últimos virajes del circuito».

INTERNET


Siete cosas feas que Internet le ha hecho al castellano

'A ver' y 'haber'. Los puntos suspensivos. La falta de comas. Cuando parecía que habíamos superado a los SMS, Internet nos trajo estos regalitos

 - el país - españa




Hay contenidos en la Red que no son aptos para menores de edad y otros que pueden herir la sensibilidad de la audiencia, pero comienza a resultar imprescindible un tercer tipo de advertencia: aquella que informa al internauta de que está a punto de presenciar la violación sistemática de la ortografía y la gramática castellanas. Un espectáculosnuff nada agradable para estómagos sensibles y cerebros educados con los cuadernillos Rubio, y que, en el caso de profesionales y amantes de la lengua, puede desembocar en patologías que van desde el desprendimiento de retina hasta la autoextracción de los globos oculares.
Dirijamos el dedo acusador hacia nosotros mismos. Internet es así porque nosotros lo hemos hecho así. Y aunque también ha hecho evolucionar la lengua incorporando nuevos términos a nuestro vocabulario (la RAE ya admite tuit: guasap, el siguiente eres tú) y no todos gustan de sodomizar el idioma, lo cierto es que un número cada vez mayor de estas perversiones online empieza a trasladarse al mundo analógico, como asegura Carmen Galán, Catedrática de Lingüística General de la Universidad de Extremadura.
Es la ciudad sin ley gramatical. El imperio del todo vale. El apocalipsis ortográfico. Y estas son sus siete plagas:
Signos de puntuación negativa. Galán asegura que sus alumnos de la Universidad de Extremadura más que utilizar las comas, las lanzan sobre el texto como quien vierte un puñado de fideos en la sopa. “Es cierto que cuando hablamos no decimos: ‘Te quiero, punto y aparte’. Pero sí hacemos pausas reflexivas que cada vez se reflejan menos en los textos. Puntuar bien es fundamental para entender todo el sentido de las oraciones”, apunta la catedrática. Ya saben: a la pregunta ¿te apetece hacer un Blablacar con Esperanza Aguirre? no es lo mismo responder ‘No aspiro a un compañero mejor’ que ‘No, aspiro a un compañero mejor’. De entre todos los signos de puntuación, el punto y coma es el que está en peligro de extinción extremo, según Galán. Pero, sin que sirva de precedente, no culparemos a Internet de ello.
Pasamos de poner un punto, pero si son tres no hay quien nos pare. Tal cual. Si la excusa para cometer casi todas estas aberraciones es que así ahorramos caracteres, ¿por qué tantos tuits, entradas de Facebook y mensajes están plagados de puntos suspensivos como si una epidemia de varicela hubiese inundado la Red? “Se supone que los mensajes se transmiten entre gente conocida con la que compartes ciertos presupuestos y códigos, así que tienden a ser más emotivos que descriptivos. En ellos predomina el contenido afectivo y se emplean mucho los puntos suspensivos para cerrar una secuencia sin acabar, porque sabemos que la otra persona es capaz de completarla”, trata de argumentar Galán
Interrogación interrumpida. La catedrática Carmen Galán no cree que el hecho de que la práctica desaparición de los signos iniciales de interrogación y exclamación se deba únicamente a la influencia anglosajona. En su opinión, se trata de otra cuestión de vagancia. Aunque tiene poco sentido mostrarnos tan rácanos al principio de una frase, cuando pocas veces bajamos de los tres signos al final de la misma. “Solo se ponen al final y están empezando a cambiar de función. La exclamación se utiliza fundamentalmente para marcar el énfasis”. Si existe una petición en Change.org para que se erija una estatua a Rosendo en Carabanchel, ¿no merecen el ¡ y el ¿ una campaña para evitar su muerte?
A-K-Báramos: Si lo piensan bien, como invita a hacer Galán, no tiene mucho sentido. “Es cierto que cuando aparecieron los SMS tenía su lógica abreviar las palabras porque se pagaba por caracteres. Y puede entenderse, incluso, que en Twitter, a veces, necesitemos rascar dos letras. Pero, ¿por qué k? Que no empieza por k y la k suena ka no ke”. ¿Es un acto de rebeldía? ¿Una reivindicación anarquista,punk? En el teclado de los móviles y de los ordenadores, la q es la primera letra de todas (si seguimos el orden tradicional, derecha-izquierda, arriba-abajo). Solo existe un misterio más inexplicable que el de la k: ¿por qué no existe un emoticono que reproduzca el gesto de vomitar?
Bomba H. “En esa urgencia que nos hemos autoimpuesto por comunicar constantemente todo lo que nos sucede, hemos terminado aceptando la siguiente excusa: como me van a entender igual, puedo escribir como me dé la gana. Además como el castellano tiene la ventaja de que puede leerse fonéticamente y las h son mudas ¿Para qué las necesito?” ¿Y para qué necesitamos el por favor y el gracias? ¿Y el hola? ¿De verdad suprimir las h supone un ahorro energético tan relevante en nuestras vidas? ¿El tiempo que empleamos en teclear esta letra nos daría para aprender un nuevo idioma, conseguir unos abdominales como los de Ronaldo o sacarnos el carné de conducir? ¿En un mundo sin h seríamos más listos y más guapos (y ya no necesitaríamos el transporte público)?
A ver ese haber. El número de tuits en los que alguien escribe a ver cuando en realidad se refiere al sinónimo del verbo existir resulta espeluznante. Prueben a hacer la búsqueda. “Es cierto que, en muchos casos y desgraciadamente, pueden ser faltas de ortografía inintencionadas. Pero hemos aceptado que en las redes sociales se escribe como se habla: a ver y haber suenan igual, así que no nos importa cómo se escriban porque es el contexto del mensaje el que determina si nos referimos a mirar o existir, y así lo van a interpretar nuestros interlocutores. Lo mismo está sucediendo con porqué o por qué y haya o halla o allá”, señala Galán. Sí, beach (playa) suena comobitch (zorra) cuando lo pronuncia un español. Pero no es lo mismo, ¿verdad?

LA RECOMENDACIÓN DIARIA:

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