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quarta-feira, 19 de fevereiro de 2014

FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE





grivna, moneda ucraniana

Recomendación urgente del día
La grafía grivna es la recomendada por las Academias de la Lengua para el nombre de la moneda de Ucrania, no hryvnia, hrivna, grivnia, jrivna ni hryvna.


En las noticias sobre la devaluación de la divisa de este país, su denominación aparece adaptada de muy diversas formas: «Este martes, el cambio varió entre las 8,6 y las 8,9 hryvnas», «La divisa ucraniana vuelve a devaluarse y se acerca a nueve hrivnias por dólar», «El dólar se acercó de nuevo a las nueve hryvnias».

Las Academias de la Lengua prefieren la adaptación grivna, como se comprueba en la lista de símbolos recogida en el segundo apéndice de la Ortografía de la lengua española y en el Diccionario panhispánico de dudas, y por tanto esta forma habría sido más apropiada en los ejemplos anteriores.

Al igual que se hace con EUR para el euro o USD para el dólar, esta unidad monetaria se puede simbolizar con el código alfabético internacional UAH, que no admite plural y se escribe íntegramente en mayúsculas: 9 UAH son nueve grivnas. Se recuerda igualmente que el nombre de la moneda es con minúscula inicial.

LA PUNTA DE LA LENGUA







Quiero declarar inaugurado este acto

El uso político del verbo “querer” con la idea de 'hacer' o de 'ordenar' nos proporciona algunas pistas
ÁLEX GRIJELMO en El País - España

El lenguaje político sugiere mucho acerca de la clase dirigente que nos gobierna. Escribía José Antonio Marina (Elogio y refutación del ingenio, 1996) que las palabras tienen su propio inconsciente y, por tanto, se pueden psicoanalizar también.

Quienes emplean el discurso del poder se expresan con determinados movimientos convulsos del lenguaje que ellos mismos no controlan, un tic oratorio que los pone en el pedestal y los libera de tensión.

Esto se representa con frecuencia en un insistente uso del verbo “querer” con el sentido de tener una voluntad. Los demás mortales quieren muchas cosas (anhelan, desean, pretenden), pero entre su impulso y la consecución del logro median a menudo trechos que no tienen la capacidad de recorrer o que les suponen un gran sacrificio: tal vez el ahorro de años o meses, tal vez el estudio concienzudo. “Quiero comprarme una casa”, “quiero regalarle un televisor a mi madre”, “quiero encontrar trabajo”, “quiero estudiar una carrera”. Este verbo se remite comúnmente al esfuerzo que se interpone entre la voluntad y el éxito.

La misma palabra “voluntad” se transforma: significa una intención y, a la vez, la tenacidad precisa para que aquella se ejecute; y así debemos tener voluntad para lograr lo que buscamos; y una persona sin voluntad no es quien no desea algo, sino quien no pone el esfuerzo necesario.

Qué distinta la frase “quiero un parque en este barrio” si la dicen un vecino o un concejal
Cómo se aleja de todo eso la "voluntad política". En su lenguaje peculiar, los políticos saben que todo se ejecuta de inmediato cuando se da una “voluntad política” en quien tiene el poder: los obstáculos se disuelven como una pastilla efervescente y se genera una fuerza que evita cualquier ardor de estómago. Las pólizas, los interventores, los trámites, los impedimentos tienden a hacerse invisibles si la voluntad política se activa desde el lugar adecuado.

Y esto se manifiesta luego en las palabras, pues para un poderoso el verbo “querer” está en el terreno del hacer al decir; mientras que para los demás forma parte del decir para hacer. Nadie le suelta a un amigo “quiero expresarte mi agradecimiento”, sino que simplemente le decimos “gracias”. Y si alguien proclama “quiero un parque en este barrio” no está decidiendo, sino suplicando. Qué distinta esa misma frase en los labios de un concejal.

El lenguaje político está repleto del verbo “querer”, pero con la idea dentro de él de hacer, de decidir, de ordenar.

Esos insistentes desvíos respecto del lenguaje común nos dan siempre pistas.

Proclaman los personajes públicos: “Quiero felicitarles”, “quiero reconocer y agradecer”, “quiero transmitiros mi determinación de continuar estimulando la convivencia”… Y “quiero anunciarles” equivale a “les anuncio”, y “quiero declarar inaugurado este acto” equivale a “queda inaugurado”… Ahí se va viendo que querer significa para ellos, sobre todo, hacer.

Ejemplos del uso y abuso del verbo "querer" en la política.

Ese “quiero”, expresado casi siempre en un acto público, viene de lejos. Ya en el siglo XV escribían los reyes “nos plaze que” para mandar algo. Carlos III de Navarra usa varias veces la expresión “queremos e nos plaze” al redactar su testamento. Y más adelante identifica los dos verbos: “Ordenamos et queremos que de las rentas, provechos et hemolumentos…”. Fernando el Católico acude también al “queremos e nos plaze” para otorgar bienes y navíos en 1488. Los documentos del Tratado de Tordesillas (1494) muestran numerosos “otrosí queremos”, o “queremos e otorgamos”, y también un “porque mi merced e voluntad es (…) que se guarde y se cumpla”.

Casi todos los vocablos tienen su recorrido histórico, pero no solemos darnos cuenta de hasta qué punto las palabras y sus caminos pueden separarnos: si entre el “quiero” de un ciudadano y el logro de su anhelo media un tramo largo, apenas se aprecia distancia psicológica entre estos “quiero” tan repetidos por los poderosos y la ejecución de lo expresado.

Quizá por ello abunde ese verbo en el lenguaje del poder, y quizá por ello algunos otros lo copien para sí: porque las palabras tal vez les ayuden a identificar en su corazón los deseos con la realidad.

MÚSICA





Una experta argentina sostiene que la música ayuda a mejorar la ortografía

19/02/2014 | AGENCIA EFE

La directora del Centro de Pedagogía Musical del Instituto Nacional de Arte de Argentina, Ana Lucía Frega, ha afirmado que la música aporta al alumno una serie de habilidades que favorecen el aprendizaje del resto de asignaturas e incluso ayudan a mejorar la ortografía.


Autora de numerosas obras publicadas en inglés, español, francés y hasta euskera, Frega (1935, Buenos Aires) considera que centrar el proceso educativo sólo en las materias básicas, como la lengua o las matemáticas, responde a una visión «muy fraccionaria» del ser humano, ha explicado a Efe con motivo de una conferencia que ha impartido en la Facultad de Educación Zaragoza y que expondrá hoy en Huesca.

Tras años de investigación dedicados a la educación musical, esta doctora en Música por la Universidad Nacional de Rosario (Argentina), ha demostrado que las competencias visuales y sensoriales que se adquieren con el aprendizaje de música funcionan también para el resto de asignaturas.

De hecho, varios estudios han concluido que los problemas de alfabetización detectados en algunos niños surgen de la incapacidad auditiva de diferenciar claramente el sonido de las consonantes.

«Si hubiera un proceso educativo que implicara una estimulación auditiva sistemática con la manipulación de pequeños instrumentos desde la infancia habría menos niños con fallos en escritura y en ortografía», ha manifestado.

Ante esta aportación de la música al proceso de aprendizaje, Frega insta a que el sistema educativo aproveche los resultados de estas investigaciones y apueste por la enseñanza de la música, más allá del pensamiento generalizado de que las «artes son un adorno».

No sólo la escuela, también el entorno familiar del niño debe concienciarse de que la asignatura de música no es «una maría como la llaman en España», sino que contribuye al pleno desarrollo cognitivo de los hijos, ha precisado.

«En mi país, se hizo una encuesta entre los padres de un distrito en el que, entre otras cuestiones, se les preguntaba si querían más horas de música o más horas de ordenador. Y los padres contestaron rapidito que más horas de ordenador», ha recordado.

Miembro de la Academia Nacional de Educación de Argentina, Ana Lucía Frega, a sus 78 años, ha impartido clases en distintos países del mundo a lo largo de su trayectoria profesional, también en aquellos con menos recursos donde, a pesar de la escasez económica, ha obtenido resultados «muy positivos».

Por ello, considera que la falta de material que podría haber en las aulas españolas debido a la escasez de presupuesto y a los recortes no son «un problema», ni tampoco la ratio de 25 alumnos por clase.

A su juicio, el material «agrega», pero en ningún caso determina, porque si así fuera, no se podría impartir una educación de calidad en los países más pobres.

El cuerpo humano en movimiento dispone de los recursos necesarios para enseñar música, con la utilización de las palmas o la voz para explicar, por ejemplo, la intensidad de los sonidos, ha manifestado.

«Yo vengo de un lugar pobre del mundo y, para mí, la crisis europea es una crisicita, pero entiendo que en términos relativos aquí sea muy importante», ha concluido.

LEÓN FELIPE TRADUCTOR

Encuentran una traducción inédita de «Hamlet» hecha por León Felipe
EFEABC_CULTURA / ZAMORA


La obra, descubierta en el Archivo Histórico Provincial de Zamora, está «en perfecto estado de conservación» aunque no resulta fácilmente legible por la escritura y las correcciones del poeta

ABC - España
Una página de la traducción inédita de Hamlet que realizó León Felipe y que se creía destruida, de puño y letra del poeta


La investigadora de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, Inmaculada Serón, ha hallado una traducción que se pensaba destruida de la obra de Shakespeare «Hamlet» que hizo León Felipe, y que se encontraba en el legado del poeta zamorano que se custodia en el Archivo Histórico Provincial de Zamora.

Serón ha dado a conocer este descubrimiento que ha encontrado tras meses de una búsqueda que comenzó cuando encontró un artículo del que fue amigo íntimo y albacea del poeta, Alejandro Finisterre, detallando que en los años 80 del pasado siglo se había encontrado con dicha traducción en Argentina.

Salvo ese apunte de Finisterre, todo hacía indicar que la traducción de León Felipe (1884-1968) «había sido destruida por el propio poeta tras la muerte de su mujer, Berta Gamboa, cuando sufrió una fuerte depresión que le llevó a destruir y quemar algunas de sus obras y traducciones», ha detallado Serón.

Gran amante de la obra de Shakespeare
Sin embargo, tras buscar en catálogos bibliográficos latinoamericanos sin éxito, la investigadora recaló en el Archivo Provincial de Zamora, donde terminó encontrando el manuscrito, «en perfecto estado de conservación, aunque no resulta fácilmente legible debido a la escritura y las correcciones de León Felipe», ha detallado.

Ahora, el objetivo de Inmaculada Serón es conseguir publicar esta traducción para que pueda ser llevada a la escena, «porque León Felipe era un gran amante de la obra de Shakespeare y algunas de sus traducciones tuvieron gran éxito».

Entre ellas, Serón ha destacado la traducción que hizo de «Noche de Reyes», que tituló «No es cordero... que es cordera», «y que es la traducción más representada en la escena hispana de las 17 que existen», ha puntualizado la investigadora.

En busca de Miguel de Cervantes












Retrato de Miguel de Cervantes Saavedra, de José Balaca, en la Academia de Bellas Artes.
El Gobierno regional autoriza al Ayuntamiento a utilizar georradares para hallar los restos del escritor universal en el subsuelo del convento madrileño de las Trinitarias
RAFAEL FRAGUAS El País - Madrid


Cuatro siglos después de que Miguel de Cervantes Saavedra, grande de la Literatura universal, muriera en la pobreza, su figura vuelve interesar a las autoridades madrileñas. Así, el Gobierno regional ha autorizado al Ayuntamiento de Madrid a iniciar la búsqueda de los restos mortales del genio alcalaíno en el recinto del viejo caserón del monasterio de clausura de las Trinitarias, en pleno Barrio de las Letras, donde Cervantes fuera sepultado el 23 de abril de 1616. Los trinitarios dirigieron el rescate de su cautiverio en Argel y, tras su muerte, fue enterrado en el antiguo templo del monasterio madrileño.

La búsqueda va a comenzar próximamente en el subsuelo de la antigua iglesia monacal, con la introducción de un georradar, un dispositivo de frecuencias capaz de perfilar las oquedades subterráneas, sus dimensiones y, en ocasiones y a grandes rasgos, su grado de ocupación. Desde 1870, tras un informe encargado por la Real Academia Española a Manuel Roca de Togores, marqués de Molins, existe certeza de la existencia de nueve enterramientos en el viejo templo del monasterio, alguno de ellos con restos óseos correspondientes a los de un varón adulto.

“Bajo el altar mayor del templo donde se misaba en la antigua iglesia del convento, se sabe de la existencia de tres sepulturas pertenecientes a una mujer, a un niño de corta edad y a un varón adulto”, explica una fuente municipal. Este hecho ha permitido acariciar la posibilidad de que esos despojos mortales coincidan con los del autor de El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha, “habida cuenta de que el cadáver de Miguel de Cervantes, varón fallecido a la edad de 69 años, mostraba en su día vestigios de impactos de arcabuz en el pecho, así como los huesos de la mano izquierda tullidos y ambas mandíbulas desdentadas”, como confesó él mismo apenas unos días antes de morir en su casa madrileña. Así pues, de localizarse restos con alguna de estas características, resultaría muy posible confirmar su identidad originaria, previo cotejo con muestras de ADN, si es que existe hoy constancia de descendientes.

La Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, a instancias del Ayuntamiento, se ha aprestado a autorizar la búsqueda, y también la exhumación y nueva sepultura en el mismo ámbito del escritor alcalaíno, siempre y cuando las técnicas indagatorias introducidas en la clausura monacal -"técnicas no agresivas", precisa una fuente municipal- permitan descubrir sus restos entre los nueve enterramientos que, según se cree, alberga el subsuelo de la primitiva iglesia conventual.

Hay una partida municipal de 12.000 euros destinada a este fin, indagación que constituiría una primera etapa necesitada de financiación adicional posterior. La decisión municipal sobreviene después de que, en 2011, algunos particulares, como el georradarista Luis Avial y el historiador Fernando de Prado, iniciaran gestiones ante las autoridades municipales, regionales y eclesiásticas, con el conocimiento de la Real Academia Española, para ser autorizados a emprender una búsqueda de los restos de Cervantes en el cenobio madrileño. Aquella iniciativa se vio truncada entonces por la falta de financiación oficial. Tras desplegar De Prado gestiones con algunas entidades culturales estadounidenses interesadas en la investigación, explica el historiador, Luis Avial contactó con autoridades municipales que pusieron en marcha el proceso indagatorio oficial que ahora ve la luz.

Un forense prestigioso

Ahora, fuentes municipales confirman que tras dos reuniones amplias, en octubre de 2013 y en el arranque de enero de 2014, con todas las entidades concernidas -Ayuntamiento, Gobierno regional, Arzobispado de Madrid, georradaristas, historiadores y forenses-, el Ayuntamiento ha decidido poner en marcha la exploración del subsuelo. Factor añadido es la incorporación al grupo promotor del forense Francisco Echevarría y su equipo de la Sociedad Científica Aranzadi, que ha desplegado con éxito investigaciones sobre restos humanos a instancias de organizaciones de la memoria histórica. Entre los mentores de la indagación figura el georradarista Luis Avial, cuyo regreso de Argentina se espera para comenzar la exploración. Avial ha participado en numerosas exploraciones del subsuelo a instancias judiciales, policiales y particulares. "Los permisos de la comunidad religiosa para iniciar la actuación han sido concedidos gracias al Arzobispado, concretamente a su responsable de asuntos artístico-patrimoniales José Luis Montes", precisan las fuentes municipales, que agregan: "En todo momento, la investigación ha contado con el aval de la alcaldesa Ana Botella".

Hasta ahora, numerosas personas y entidades subrayaban la incoherencia de que los restos de tan insigne madrileño —que fueron sepultados en un recinto de dimensiones relativamente limitadas, sin existir constancia de que fueran exhumados del mismo ámbito— no hubieran sido aún objeto de pesquisas científicas serias para localizar su paradero dentro del convento de las Trinitarias.

Según señala Fernando de Prado, historiador, escritor y copromotor junto a Luis Avial de la búsqueda de los despojos mortales de Miguel de Cervantes, "existe la dificultad añadida de que la construcción de un zócalo para cimentar la nueva iglesia trinitaria, dada la inclinación de entre 12 y 16 grados que presenta el solar monacal, selló en su día el subsuelo de la primitiva iglesia que contiene los enterramientos".

Con el "apóstol de los indios"

Miguel de Cervantes, que había nacido en Alcalá de Henares en 1547, en el seno de una familia cuyo pater familias, Rodrigo, era de profesión cirujano, cursó enseñanzas humanísticas en el estudio de Juan López de Hoyos, situado en las inmediaciones de la hoy madrileña calle Mayor. Al final de sus días perteneció a la Venerable Orden Tercera Franciscana. En la basílica de Nuestra Señora de Atocha, asistió a la agonía y muerte de fray Bartolomé de las Casas, el llamado apóstol de los indios americanos, hecho que la Orden dominicana considera crucial para la construcción de su personaje de Don Quijote de La Mancha, dada la entidad y el poder de los virreyes españoles a los que el fraile se enfrentó en condiciones de inferioridad semejantes a las libradas, en la ficción, por el hidalgo castellano.

Para José Montero Reguera, catedrático de Literatura en la Universidad de Vigo y uno de los cervantistas españoles más renombrados, a propósito de la versión dominicana sobre los nexos con Bartolomé de las Casas, "el texto de Cervantes se entiende perfectamente en el contexto de la literatura de ficción de la época y de la novela de entretenimiento presentes en la intención de Cervantes, que no precisa de interpretaciones esotéricas fruto de elaboraciones a posteriori".

Uno de los enigmas que subsisten en torno a la figura cervantina se centra en el apellido Saavedra, que Cervantes agregaba al suyo primero; ambos corresponden a los nombres de una aldea y a un municipio de Galicia, donde el linaje noble de los Saavedra estuvo asentado secularmente. Ya en el siglo XVIII, el fraile Martín Sarmiento corroboraba el ancestral origen galaico de Miguel de Cervantes. Una de las hipótesis más consistentes al respecto establece que el segundo apellido empleado por Cervantes, que no era el de su madre, Leonor de Cortina, fue en verdad su primigenio apellido, si bien, dado el enfrentamiento de sus ancestros con los Reyes Católicos, que redujeron a los nobles gallegos a sangre y fuego, llevó a sus ascendientes a cambiarlo por el de Cervantes tras emigrar una de sus ramas hacia Andalucía, concretamente a Sevilla y Córdoba, y otra rama hacia Castilla la Nueva, concretamente a Alcalá de Henares, donde Miguel nació en torno a la festividad arcangélica en el año de 1547.

Otra hipótesis barajada sobre este asunto por un profesor de la Universidad de Alcalá, autor de una publicación al respecto, destaca que el cambio de apellido del escritor obedecía a que le comprometía grandemente su estrecha amistad con uno de los testigos directos del asesinato de un importante personaje de la Corte, asimismo asesinado, presumiblemente perpetrados ambos crímenes por inducción regia. Tras esta muerte, Cervantes marcha a Italia como camarero del cardenal Acquaviva en el año de 1569.

Una tercera interpretación remarca que en una época histórica como el Siglo de Oro, donde la necesidad de acreditarse socialmente llevaba a muchos escritores y artistas, como el propio Diego Velázquez, a buscar honores en órdenes militares o títulos de distinción, el empleo por Cervantes del apellido Saavedra era un guiño irónico hacia los oropeles de sus colegas. Y ello porque según los tratados de heráldica de la época -por otra parte, trufados de quimeras legendarias- aquel apellido, que vendría a ser descompuesto en "saa vedra, río de piedra", es decir, la calzada romana, junto con el también apellido gallego de Sotomayor, tendrían su ascendiente en la casta regia de Roma, concretamente en la de Calígula. Como cabe confirmar, el mantenimiento de un linaje ininterrumpidamente a lo largo de quince siglos es una gesta tan imposible como las que columbraba la fogosa y arrebatada mente del personaje ideado por Miguel de Cervantes.

El fiasco de Velázquez

VICENTE G. OLAYA
Fue en 1998 cuando el entonces consejero de Cultura, Gustavo Villapalos, del PP, dio la orden de buscar los restos del pintor Diego de Silva y Velázquez. La construcción de un aparcamiento en la plaza de Ramales podía suponer la desaparición definitiva del cuerpo del artista, supuestamente bajo esta plaza.
Velázquez había sido enterrado en 1660 en la iglesia de San Juan —cercana al Palacio de Oriente— y que fue derribada por orden del rey José I Bonaparte en 1809. El monarca quería crear en torno al palacio grandes zonas sin edificaciones para realzar la construcción real, pero el templo entorpecía sus deseos. La iglesia fue demolida y en su lugar se creó la actual plaza de Ramales.
En teoría, los restos del artista sevillano quedaron intactos bajo el pavimento.
No era la primera vez que se intentaba hallar el cuerpo del pintor. En 1845, 1899, 1942 y 1960 también se realizaron búsquedas, pero sin ningún éxito. En 1961, el Ayuntamiento levantó finalmente un monolito conmemorativo que aún se conserva.
Y así habría quedado todo si no fuera porque el Consistorio decidió en 1998 crear bajo Ramales el citado estacionamiento. Durante dos años se prolongaron las investigaciones. Los arqueólogos hallaron los pilares de la iglesia de San Juan —hoy día se pueden ver tras un gran cristal—, así como numerosos restos óseos, pero del artista no se encontró ni rastro. Finalmente, los técnicos determinaron que en 1728 el cura párroco de San Juan había ordenado sacar los cuerpos y solar la nave central de la iglesia. Por eso, “si existía lápida alguna de Diego de Silva, hacía ya muchos años que había desaparecido”.

FUNDACIÓN DEL ESPAÑOL URGENTE





nomofobia es el miedo a estar sin teléfono móvil

Recomendación urgente del día
El neologismo nomofobia es adecuado para referirse al miedo a estar incomunicado sin teléfono móvil.

En los medios de comunicación empiezan a ser frecuentes las menciones a este nuevo fenómeno, en ocasiones con el anglicismo original nomophobia, como en «El usuario que padece ‘Nomophobia’ se agobia cuando se queda sin cobertura, se le agota la batería o no encuentra el móvil», aunque también se está asentando ya el uso de la hispanización nomofobia («Nomofobia: esclavos del celular»).

En inglés, la palabra se ha formado por la fusión del adverbio no, el acortamiento mo (a partir de mobile phone) y el sustantivo phobia.

En español, el término puede adaptarse sin problemas con los mismos elementos compositivos: el adverbio no, la forma abreviada mo (de móvil) y fobia (‘aversión obsesiva a alguien o a algo’ o ‘temor irracional compulsivo’).

Así, en el ejemplo anterior habría sido preferible escribir «El usuario que padece nomofobia se agobia cuando se queda sin cobertura, se le agota la batería o no encuentra el móvil».

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