Translate

segunda-feira, 18 de agosto de 2014

EL IDIOMA ESPAÑOL


 Un testamento a rayas

Gabriel Elorriaga F - www.diariocritico.co

 El idioma español es una lengua de comunicación internacional tan importante que debe cuidarse para que su imparable expansión no la deforme. Afortunadamente, las Academias de la Lengua trabajan concordadas y los focos de enseñanza del idioma se multiplican, no por una política de difusión oficial sino por una demanda creciente por todo el mundo. Su roce con el inglés, la gran lengua franca de trabajo en nuestros días, le produce contaminaciones como el llamado "spanglish", a la manera de cómo en siglos pasados se pobló de galicismos, cuando el francés reinaba en el mundo de la diplomacia y la cultura. Pero estas conexiones interidiomáticas son inevitables en las grandes lenguas de proyección universal. El enemigo no está en las conexiones de crecimiento sino en la carcoma del mal uso interior.
  
            En España no es el adversario la presión política de apoyo a los bellos idiomas regionales, catalán y gallego, que son como las dos columnas clásicas que flanquean el escudo de España con su lema latino de "Plus Ultra". Son los sólidos pilares originarios de la lengua común de todos los hispanohablantes que carentes de potencia expansiva autónoma parecen incitar a ir "más allá" a la lengua resultante. Con estas lenguas el español no compite sino que colabora, poniendo su capacidad de difusión y su amplia proyección geográfica para complementar una bibliografía científica y cultural completa y, con ello, mantener una plataforma común desde la que promocionar la conservación del gran acerbo de las lenguas latinas.
  
            El enemigo está agazapado en el mal uso que provoca la desbordante capacidad metafórica de sus usuarios, cuya imaginación literaria no descansa en su empeño de complicarla hasta hacerla casi incomprensible para los no iniciados. El otro día me acercaba al cajero automático de un banco y se me adelantó un joven que le dijo a su pareja: Perdona, es que estoy tieso y voy a sacar pasta de la pared. Lo dijo sin ningún esfuerzo, como quien no duda que hablaba de la manera más clara y sencilla. Aquel lenguaje figurado era riquísimo en circunvalaciones mentales. Estar tieso podía devenir de la rigidez cadavérica o del frío polar y podría equivaler a estar sin un euro, cuando la falta de dinero inmovilizaba la actividad de cualquiera convirtiéndolo en una especie de momia viviente. La pasta es una versión más moderna que antaño la plata, el duro o la rubia, que hacían referencia a la condición metálica del dinero pero, quizá, al fabricarse el dinero con papel hay que pensar en el ingrediente pastoso de la industria papelera. Y lo de la pared es una abstracción geométrica de la verticalidad del muro donde se ha escarbado el hueco cuadrangular del cajero. Verdaderamente se trataba de un alarde metafórico utilizado sin mala voluntad. Lo grave es que, probablemente, si se le pidiese a aquel muchacho expresarse en un lenguaje directo para la traducción internacional quizá no sabría hacerlo. Esto no es ninguna novedad. Antaño se decía ir a chatear para ir a beber unos vinos. El lenguaje figurado se refería a un vaso de vidrio de poca altura. Hoy, chatear es cruzarse mensajes por internet, "chats", como "wasapear" es intercambiar mensajes por WhatsApp. Así, verbalizando extranjerismos, podemos llegar a deformaciones tan grotescas como "wasapear".
  
            Me preocupó más cuando leyendo estos días la inagotable saga de los Pujol me encontré con que ellos, tan dados a la inmersión en un buen catalán de los escolares, también hablaban un lenguaje metafórico y deformado. El lenguaje de los "pijipis". Cuando una fotógrafa de prensa llamadaInés Baucells intentó fotografiarlos gritó el primogénito pujoliano: "¡Chapa la cámara prima, chapa la cámara!". No tuvo que pensar mucho sino que se expresó con la claridad de quien usa su argot habitual. "Chapa la cámara" une dos buenas metáforas para decirle que obturase el objetivo. Dos buenas metáforas derivadas del verbo "chapar" derivado de la tradicional "chapa" que lo mismo sirve para describir el oficio de los "chaperos" que la dureza de los blindajes: tienes la cara más dura que la chapa de los tanques. Pero es de suponer que la prima no utilizaría otra chapa que su blanca mano para interponerla entre la fotógrafa y estos protagonistas de "La gran evasión".
  
            Podría disculparse este lenguaje figurado como un hábito juvenil. Pero hete aquí que el propio y veterano patriarca, el auténtico y ex-honorable Jordi Pujol se disculpó de no dar más informaciones a los periodistas, a la puerta de una de esas fantasmagóricas mansiones al gusto de la familia, con todo el aire de un actor de La Comedia Francesa representando "El avaro" de Moliere, diciendo: "Hice un comunicado y no eran tres rayas". Aquí la metáfora sustituye las líneas de un comunicado escrito por "rayas". Las rayas son trazos lisos y continuos que no tienen nada que ver con las líneas de tipografía, formadas por letras con sus altos y bajos y sus espacios en blanco intercalados. Lo de las rayas es una mala metáfora. Pero lo peligroso es que este apóstol de la inmersión lingüística más parece que está inmerso el mismo en el arte del mal hablar, sea en español o en catalán, con lo que hay que pensar que es un enemigo de los dos idiomas, como parece serlo del derecho de sucesiones, sea común o foral. Por ello no es nada raro que haya tantos curiosos queriendo leer esas rayas, no sabemos si pocas o muchas, que tiene el testamento de su padre Florenci.

Nenhum comentário:

LA RECOMENDACIÓN DIARIA:

  LA RECOMENDACIÓN DIARIA el maratón  y  la maratón ,   formas adecuadas   La palabra  maratón  puede emplearse tanto en masculino  ( el mar...