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sábado, 19 de janeiro de 2013

AMAR LA LENGUA









Pascual pide amar la lengua en "No es lo mismo ostentoso que ostentóreo"
Editado por Espasa, el libro refleja la pasión que siente el autor por la lengua castellana.

EL UNIVERSAL - Venezuela.

Madrid.- El filólogo y académico José Antonio Pascual facilita claves para no maltratar la lengua española en su libro "No es lo mismo ostentoso que ostentóreo", un ameno ensayo en el que comenta la azarosa historia de algunas palabras y anima a no desalentarse por los errores que se cometan al hablar o escribir.


"La lengua no es una enemiga a la que debamos combatir por sus normas extrañas, sino un entrañable instrumento que hemos de tratar de manejar cada vez mejor a lo largo de nuestra vida", afirmaba hoy Pascual, vicedirector de la Real Academia Española, en la entrevista que concedía a Efe con motivo de la publicación de este libro.

Editado por Espasa, el libro refleja la pasión que siente el autor por la lengua española y también "es fruto de una tristeza": la muerte de su hermana Carmina, con la que, a lo largo de muchos veranos junto al mar, hablaba de dudas y errores lingüísticos.

Ella era "más purista" que Pascual, pero al final este "filólogo duro" -como él mismo se define-, que se dedica a "las sibilantes de la Edad Media, a los catalanismos en el siglo XV" y cuestiones similares, la convencía de que "lo importante es saber por qué se cometen los errores y cómo corregirlos".

El libro puede considerarse también "un manual de autoayuda". Los problemas que afectan a algunas palabras "no terminan en el diccionario", que Pascual considera "una especie de servicio de urgencia de la lengua, para salir del paso; una guía de teléfonos".

Hay otras muchas formas de solucionarlos, como acudir a la literatura, a los bancos de datos de la Academia o al Nuevo Diccionario Histórico del Español, dirigido por Pascual y cuyo corpus inicial se puede consultar en la página web de la RAE.

A lo largo de esta obra late el convencimiento de su autor de que no hay que darle demasiada importancia a algunos errores, como el "ostentóreo" que figura en el título y que utilizaba el empresario y político español Jesús Gil y Gil tras mezclar los adjetivos "ostentoso" y "estentóreo", manteniendo el significado del primero ("llamativo por su apariencia lujosa o aparatosa").

Lo curioso es que también el excelente novelista Juan Benet decía en un libro suyo: "Don Tertuliano, con su ostentórea presencia...", y lo hacía antes que Gil y Gil. Benet "cruzó esos términos a conciencia. ÑQué bonita idea!", afirma Pascual. "Yo creo que voy a decir 'ostentóreo' en el futuro, añade con humor este filólogo salmantino.

Y, si de errores va la cosa, el autor se detiene en otro que también comete mucha gente: utilizar "escuchar" con el significado de "oír". Es tan frecuente que caen en ello escritores como Vargas Llosa, Benedetti, Ricardo Piglia, Pérez-Reverte, Miguel Delibes, Juan Marsé, Rosa Montero o Manuel Vicent, y el libro contiene ejemplos de todos ellos.

También algunos autores confunden mirar y ver: "Mirando llover por los vidrios", dice Piglia.

Detentar es otro verbo que induce a error. Significa "retener y ejercer ilegítimanente algún poder o cargo público", y no se puede decir por tanto "detentar una cátedra". El error está tan extendido que Pascual pide que se incluya en el diccionario el significado que le da ya tanta gente.

Hasta escritores de primera fila -"son humanos también", dice Pascual- confunden pavés (un escudo) con pavesa (partículas ardientes que se desprenden de un fuego); égida (un tipo de escudo con que se representa a Júpiter) con "hégira", la era de los musulmanes.

En la azarosa vida de las palabras que cuenta el autor, el lector verá que "recordar" fue sinónimo de "despertar", y de ahí el comienzo de las "Coplas a la muerte de su padre", de Jorge Manrique: "Recuerde el alma dormida,/ avive el seso y despierte"). Ese "recordar" por despertar se oye hoy en algunos pueblos españoles y americanos, y está en Borges ("Hubiera preferido recordarse con el sol ya bien alto").

Y es que "las palabras van cambiando". Hoy se "adereza" una ensalada, pero en el Quijote se podía "aderezar" una lanza que estuviera estropeada, o "aderezar" a un niño para que saliese presentable a la calle, comenta Pascual.

Curiosa evolución de la de "avieso", que procede del latín "aversus" (desviado, apartado, torcido) y ese desvío es el que explica que hoy signifique "malo". O la del adjetivo "ejido" (el terreno que está a la salida del pueblo) cuando adquiere el significado de "loco", es decir "el que está fuera de sí mismo".

El verbo "divertir" significaba "apartar" y "apartarse", como el latín "divertere", y ese es el sentido que tiene cuando, en el ámbito de la guerra, se dice que hubo "una acción de diversión hacia el enemigo".

A veces, lo que algunos toman por error no lo es en realidad: "meterete" aparece en la traducción de un libro de Umberto Eco, y hay quien cree que deberían haber puesto "metomentodo". Pero esa voz se emplea con el significado de "meticón" en la Argentina y el Uruguay, y Pascual la recuerda de un libro de su niñez, "Las tribulaciones de Meterete".

La clave para solucionar todos estos problemas "está en la lectura, lectura, lectura", subraya Pascual.

RUBÉN DARÍO





Rubén Darío: los mejores versos del genio nicaragüense
MANUEL DE LA FUENTE - MANOLHITO / MADRID

Con motivo de su aniversario, recordamos el trabajo del padre del modernismo y a sus cisnes, musas, princesas, rosas, sus jardines y sus fuentes
Fuente: ABC - MADRID

Rubén Darío, andarás por ahí, en el cielo que tú pintaste más que nadie de «Azul», celebrando hoy tu cumpleaños, ciento cuarenta y seis tacos, nicaragüense, periodista y diplomático, siempre sin una perra y sobre todo poeta, tan grande, tan querido, tan admirado, tan aclamado, a este y al otro lado, el tuyo, del Atlántico. Cantaste a la Vida y la Esperanza, verso a verso y sorbo a sorbo, y hasta Juan Ramón te tuvo aprecio, tan caro viniendo del Jenio de Moguer, aunque Juan Valera dijera que usted sufría un grave, gravísimo, galicismo mental.
Pero es su modernista cumpleaños, don Rubén Darío, y por eso vamos a recordarle, también a sus cisnes, a sus musas, sus princesas, a sus rosas, sus jardines y sus fuentes, sus amores, sus adioses, sus clíos, euterpes, talías, eratos... Vamos pues, poeta, a por sus versos...

AMOR
Amar, amar, amar, amar siempre, con todo
el ser y con la tierra y con el cielo,
con lo claro del sol y lo oscuro del lodo;
amar por toda ciencia y amar por todo anhelo.

LAS MUSAS
No protestéis con celo protestante,
contra el panal de rosas y claveles
en que Tiziano moja sus pinceles
y gusta el cielo de Beatrice el Dante.
Por eso existe el verso de diamante,
por eso el iris tiéndese y por eso
humano genio es celeste progreso.
Líricos cantan y meditan sabios:
por esos pechos y por esos labios.
¡La mejor musa es la de carne y hueso!

LA CARNE
¡Carne, celeste carne de la mujer! Arcilla
-dijo Hugo-, ambrosía más bien, ¡oh maravilla!,
la vida se soporta,
tan doliente y tan corta,
solamente por eso:
roce, mordisco o beso
en ese pan divino
para el cual nuestra sangre es nuestro vino.
En ella está la lira,
en ella está la rosa,
en ella está la ciencia armoniosa,
en ella se respira
el perfume vital de toda cosa.

CISNES
El cisne en la sombra parece de nieve;
su pico es de ámbar, del alba al trasluz;
el suave crepúsculo que pasa tan breve
las cándidas alas sonrosa de luz.
Y luego, en las ondas del lago azulado,
después que la aurora perdió su arrebol,
las alas tendidas y el cuello enarcado,
el cisne es de plata, bañado de sol.

PRINCESA
La princesa está triste... ¿qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave de oro;
y en un vaso olvidado se desmaya una flor.
¡Calla, calla, princesa dice el hada madrina,
en caballo con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte ,
a encenderte los labios con su beso de amor!

TONI MORRISON










“Los afroamericanos mandan ahora en la cultura”

Toni Morrison emprende con éxito una nueva exploración: más contundencia con menos palabras sin perder su voz intemporal.
En 'Volver', la Nobel sigue rastreando la historia de los afroamericanos y mostrando las cicatrices de la sociedad.

WINSTON MANRIQUE SABOGAL Nueva York

Desde la esquina donde vive Toni Morrison se ve el pasado y el futuro de Estados Unidos: el Empire State y el ya casi terminado One World Trade Center, o Torre de la Libertad. Es uno de los pocos puntos donde a pie de calle, y con solo girar la cabeza a lado y lado, Nueva York regala este privilegio. Es mediodía, y mientras el mítico edificio de los años treinta se ve neblinoso, el remplazo de las malogradas Torres Gemelas y los rascacielos del sur de Manhattan son engullidos por la bruma.
No así el edificio donde vive Toni Morrison, una antigua y restaurada construcción de solo 13 plantas. Allí, la escritora, a sus 81 años, otea la vida de sus 12 novelas que son la historia sociopolítica de su raza que va entrelazada a la de su país: la de los esclavos, la de los afroamericanos y la de las influencias recíprocas entre ellos y el resto de la sociedad. “Lo que hago es quitar las tiritas para que se vea la cicatriz, la realidad. No hay que tener miedo de mirar al pasado porque sólo así se sabe quiénes somos”. Pasado y presente fundidos en sus palabras serenas que resumen parte de su trayectoria desde que empezó a publicar en 1970. Tenía 39 años. Un poco tarde para algunos. Naderías. Tras aquel debut, titulado Ojos azules, la escritora pronto se puso al día y echó por tierra varias teorías sobre las supuestas rutas que deben acompañar a un gran autor cuando en 1993, con seis novelas, obtuvo el premio Nobel de Literatura. Fue como una cerilla que encendió su lado más proteico porque desde entonces no ha dejado de explorar nuevas formas de escribir, rastrear las huellas de la Historia y dialogar con el lector. Su penúltimo desafío es Volver(Lumen), una condensación de su universo temático y estilístico: decir más con menos palabras.
¡Ding!... Y el ascensor se abre, Toni Morrison aparece y camina un poco hasta entrar sonriendo al salón de visitas de luz ambarina y chimenea de llamas silenciosas. Su rostro moreno resalta entre el pañuelo azul de arabescos blancos que cubre su cabellera grisacea hecha de rastas y el jersey burdeos combinado con un pantalón gris y unas ballerinas negras de punta cobriza. Nadie diría que tiene 81 años. Se sienta en un sofá beige y deja a su derecha las gafas antes de empezar a hablar de su evolución literaria en cuatro décadas y del peregrinaje emprendido:
En Volver busco llevar luz sobre temas como la segregación, las secuelas de guerras como la de Corea, racismo, prejuicios
“Estoy escribiendo mucho mejor ahora, con la habilidad de poder decir más en menos páginas. Volver le encantó al editor, al igual que Una bendición, mi anterior novela. Pero cuando leyó las galeradas me dijo que quería más páginas. Volví a casa, escribí algo más, revisé la novela y me di cuenta de que no necesitaba más. No quería molestar la estructura, me gustaba mucho y paré".
"Siempre he buscado producir un impacto poderoso en el lector con lo que escribo. Y con la brevedad como norma hay que ser muy cuidadoso en las descripciones para preservar lo que se desea transmitir. No quiero que la gente se distraiga ni un instante. Busco que el lector se entregue y quiera pasar las páginas rápidamente. El arranque de una novela es lo más importante para mí, al igual que el final. Me interesa una literatura con imágenes, con un lenguaje y unas palabras intensas donde cada una de ellas tenga su fuerza y su lugar preciso”.
“Escribo de esta manera porque me gusta leer historias así. Como las novelas de Dickens o Víctor Hugo que cuando uno empieza a leer ya está entregado y no quiere parar. Ese es el ritmo de lectura que siempre me ha llamado la atención. Antes de comenzar a escribir suelo saber cómo va a empezar y terminar la historia. Lo que no sé es cómo van a ser los personajes o los escenarios, aunque tengo una idea y la sigo. Entonces, lo que queda entre el comienzo y el final ya lo voy escribiendo”.
De lo que se trata es de ser dueño de alguien y ese poder lo ostentan aristócratas y políticos
Y ríe con verdadera alegría, de manera contagiosa. Nacida en Lorain (Ohio, 1931) y bautizada como Chloe Anthony Wofford, evoca su acercamiento a la escritura mientras su mano derecha juguetea con sus gafas sin mirarlas, y la izquierda sigue cerrada desde que llegó. Solo la abre un poco cuando entrecruza las manos sobre el vientre y hace girar los pulgares entre sí... Criada en un ambiente pobre, es una de los cuatro hijos de un obrero del acero y un ama de casa, y ella misma fue asistenta en su adolescencia. Luego se graduó en filología inglesa y trabajó como editora de Random House en Nueva York. En esa época fue cuando publicó su primera novela y creó su nuevo nombre recuperando su apodo familiar y el apellido de su exmarido: Toni Morrison. Así ha pasado a la historia de la literatura no solo por ser laprimera mujer negra en recibir el Nobel, sino también por el Premio Nacional de la Crítica a La canción de Salomón (1977), el Pulitzer aBeloved (1987), el éxito de público y crítica con Jazz (1992) y ser miembro de la Academia Americana de las Artes y las Letras y del Consejo Nacional de las Artes. Una vida literaria en la cual ha contado Historia y dura realidad desde sus propias raíces en un lenguaje lírico impregnado de intemporalidad y con estructuras singulares, a veces como para ser leído en voz alta. Volver es eso. Busca desmitificar y desenmascarar los años cincuenta mostrando las manzanas del supuesto paraíso:
“Quiero descubrir una verdad sobre la vida cotidiana de Estados Unidos, la vida de los afroamericanos viviendo en un contexto histórico crítico que se ha ocultado. Existe la idea de que los años cincuenta eran como un cuento de hadas donde todos tenían trabajo, la sociedad iba bien, había programas de televisión con familias felices y una buena vida social y política. Ha proliferado la idea de unos años maravillosos, pero no era así. La verdad es que había luchas visibles y subterráneas. EnVolver busco llevar luz sobre temas como la segregación, las secuelas de guerras como la de Corea, racismo, prejuicios, persecuciones por temas como el comunismo, desigualdades... Temas que la sociedad ha querido ocultar y olvidar”.
Si uno no reconoce su propio pasado, ¿de dónde va a sacar sus valores?
“A los países les gustan los cuentos de la patria porque le da seguridad a las personas. La realidad es una triste verdad donde tenemos mucho que ocultar y avergonzarnos. Lo que pretendo es mostrar que el conquistador es el que ha escrito siempre, no el que fue conquistado. Yo hice eso en Una bendición, enAmor y en mis otros libros. Busco hacerlo desde el lado del conquistado. Lo que hago es quitar las tiritas para que se vea la cicatriz de la sociedad, la realidad. No hay que tener miedo de mirar al pasado porque sólo así se sabe quiénes somos”.
Sentada allí, inmersa en luz ambarina, recordando la intrahistoria de su país y cómo la ha escrito, Toni Morrison podría ser Baby Suggs, la abuela de su novela Beloved. La matriarca que tras obtener la libertad evangelizaba armonía en un claro del bosque y que en sus últimos años tenía hambre de colores. Hoy sería el rojo. Por los rojos de la decena de plantas de pascua y los rojos brillantes de los adornos navideños del salón y el burdeos de su jersey. Ahora, empezará a desvelar las claves de sus principales temas, de sus obsesiones sin dejar de analizarlos en su situación actual. Su voz baja y nítida sobrevuela: la esclavitud, el racismo, la memoria, el pasado y lo oculto, la mujer y lo femenino, la amistad y el amor; todo bajo una presencia ausente: la muerte.
“En Una bendición, por ejemplo, indago en la esclavitud y la cultura afroamericana antes de que el racismo se institucionalizara. El racismo no tiene nada que ver con nuestra raza como seres humanos. Y sí tiene todo que ver con el poder, siempre ha sido así. La esclavitud tiene raíces en todo el mundo, no solo en Estados Unidos, también en España, Grecia, Rusia e Inglaterra. De lo que se trata es de ser dueño de alguien y ese poder lo ostentan aristócratas y políticos. La cuestión es la separación de la pobreza. Aunque en esa época había blancos que eran pobres, los políticos los separaron para debilitar a los negros y tener el control. ¡Siempre lo han tenido! Ellos se han beneficiado de los pobres y los han hecho sufrir, no importa la raza. Las raíces de esa estructura se aprecia en el sistema social actual”.
“Por eso, la memoria es esencial. Si uno no reconoce su propio pasado, ¿de dónde va a sacar sus valores? Si yo no recuerdo mi vida de hace diez o cinco años cómo voy a saber de dónde vengo, quién soy, qué es importante para mí. Tengo que conocer y reconocer el pasado porque algunos de esos aspectos me pueden guiar...”.
En 'Volver' están las mujeres del pueblo a quienes admiro como la esencia de lo que es la amistad desinteresada
“Abordo lo que las personas ocultan de su pasado, porque tiene que ver con la búsqueda de la verdad. Ocultar elementos del pasado perturba toda la vida y debe confrontarse en un momento dado para aspirar a una vida digna y feliz…”.
“La presencia de la mujer y lo femenino es esencial en mi obra. EnVolver está en varios planos. Quise usar un hermano y una hermana porque en mi pensamiento la relación entre hermanos es pura, no tiene obstáculos como un hijo y su madre o un marido y su mujer. Frank observa a su hermana Cee y sabe que ella forma parte de la época más feliz de su vida. Así es que cuando él llega de la guerra de Corea y empieza un viaje para salvarla en realidad está buscando su propia salvación, reconciliarse con la verdad. Y aunque Cee no aparece, representa el aliento de Frank todo ese tiempo”.
Los pájaros cantan, el perro ladra, pero el lenguaje es lo que nos separa de poder comunicar ese amor…
“En Beloved, en cambio, puse una mujer como protagonista porque no estaba de acuerdo con alguna idea del feminismo en las grandes ciudades de los años ochenta. Una de sus banderas era el derecho a no tener hijos, a ser dueña de su propio cuerpo, y, bueno, mirando al pasado descubrí que las mujeres de entonces buscaban tener hijos como un derecho. Justo lo contrario. Buscaban el derecho de poder criarlos, cuidar de ellos. En Beloved hay una mujer que es tan dueña de sus hijos que hasta los puede matar y esa es una idea revolucionaria…”.
“Muestro la amistad en sus diversas facetas. En Amor la uso como un elemento dramático: dos amigas que se quieren mucho, se separan y cuando se reencuentran se odian. En Zula, donde dos amigas crecen juntas, una traiciona la otra y surge el odio pero cuando una muere aparece una tristeza profunda. En ellas se pueden observar los límites de la amistad. En Volver están las mujeres del pueblo a quienes admiro como la esencia de lo que es la amistad desinteresada”.
No hay duda, Toni Morrison es Baby Suggs, deseosa de un color cada día. Es ella, la esclava libre, ella misma, Chloe Anthony, y todas las mujeres. Es el turno de uno de sus temas cruciales, del que, tal vez, mejor reflejan al ser humano, el amor:
“Nosotros como seres humanos somos las únicas criaturas de este mundo que aman… Los animales pueden proteger sus crías, pero no saben qué es amar, no lo pueden expresar y el lenguaje es algo exclusivo de nosotros, el lenguaje es nuestra herramienta para poder expresar ese amor. Los pájaros cantan, el perro ladra, pero el lenguaje es lo que nos separa de poder comunicar ese amor… Hay muchas formas de amor: a Dios, a la familia o a tu país, pero de todos ellos el amor a la pareja es el más real. Aunque hoy en día, en nuestra sociedad, observamos el amor más por los lentes del sexo. En mis libros empleo el sexo como un impulso, un incentivo, pero no es suficiente, entonces lo uso más como un guía… Hoy en día si uno se fija, las mujeres están mas desnudas. Hay una distorsión debido a que se ve como entretenimiento, demasiado fácil y económico, es puro capitalismo… Por ejemplo, en la promoción de la nueva versión cinematográfica de Anna Karenina, de Tolstói, lo que anuncian son las imágenes de cama, y roban la esencia de la historia”.
Es esa mezcla de comida, música, lenguaje la que le va a dar una riqueza a este país en los años venideros...”
Se deja caer suavemente sobre su lado derecho mientras las llamas mudas de la chimenea hacen emerger de su cara diminutos y fugaces destellos dorados que delatan la coquetería de una fina capa de polvo. Sus palabras se enrutan por la situación de los inmigrantes, del futuro de su país frente al tema del mestizaje y de la economía…
“Algo que representa a este país es la llegada de los inmigrantes, que muchas veces se olvidan de su pasado. Tal vez es una necesidad de buscar una clase de inocencia, de empezar; en lugar de aceptar la madurez que es requerida para seguir adelante como adultos. EnVolver, por ejemplo, no sabíamos cómo titularla en Francia. El título original es Home que en francés no tiene el mismo sentido que en inglés, que significa de dónde soy, comunidad, hogar, mientras en francés esa palabra significa casa, estructura. En fin. Home, es ese deseo, ese hambre de recordar, de regresar, de buscar a donde uno pertenece, de dónde somos los norteamericanos. Cuando los africanos llegaron aquí como esclavos fueron separados y no permitieron que se casaran, que tuvieran hijos, los separaron por dialectos para que no pudieran comunicarse. Les robaron cualquier idea de hogar, de comunidad. Pero hoy los afroamericanos han infiltrado el sistema. Ahora son ellos quienes mandan en la cultura, el lenguaje, la música, el estilo y lo han hecho como un virus saludable para la sociedad porque han podido impulsar sus creencias y su cultura… Los republicanos tienen miedo porque ven que este país está cambiando. Les asusta la idea de perder el Estados Unidos tradicional según sus convenciones”.
Todo trata de la riqueza, y es difícil analizar el valor de un ser humano con el precio de existir como ser humano.
“La riqueza de este país es esta mezcla. Todos somos inmigrantes. Los indios ya no existen porque los mataron. Es esa mezcla de comida, música, lenguaje la que le va a dar una riqueza a este país en los años venideros...”.
"La situación de crisis económica que afrontamos tiene que ver con la valoración que hacemos de la riqueza. Quién tiene dinero, quién nunca va a tenerlo, de dónde viene... Todo trata de la riqueza, y es difícil analizar el valor de un ser humano con el precio de existir como ser humano. Requiere mucha creatividad y fuerza ser una persona pobre y empobrecida. Yo crecí en una familia pobre y nadie tenía vergüenza de ser pobre porque todos éramos así. A mi pueblo llegaron italianos, húngaros… Allí la gente se dedicaba al hierro y compartíamos, inventábamos cómo crecer. Algunas características de una comunidad pobre deberían resonar en esta vida. No deberíamos esperar a que haya una tragedia como el huracán Sandy para que seamos justos y mostremos los colores de un ser humano, nuestra solidaridad. Deberíamos ser así siempre. Estamos en peligro de representarnos la vida valorándola solo a través de la riqueza, y ese es uno de los peligros del presente: afirmar que eso significa vivir una vida buena. Hay pobrezas extremas, gente que no tiene acceso a agua y servicios básicos de salud o educación que ya forman parte de la estructura social. Hay personas que se están quedando con los recursos de un país. Hay riqueza pero les conviene mantener pobres a los pueblos. Eso es el capitalismo… El cambio climático, además, va a cambiarlo todo”.
Toni Morrison respira profundamente y agradece no haber hablado de un tema sobre el que ya lo ha dicho casi todo: Hilary Clinton y Barack Obama, que asumirá su segundo mandato pasado mañana, y cuya primera victoria la hizo sentir verdaderamente estadounidense, por primera vez. Sonríe y su mano va al pequeño dije de su cadena con forma de corazón sacado a una piedra amarilla sin nombre conocido. Pertenecía a uno de sus hijos fallecido hace un par de años. Sin dejar de hablar de la esperanza en que su país saldrá de la crisis, sale del salón para tomar el ascensor. ¡Ding! Entra en él y cuando se gira se despide con la mano izquierda de donde escapa un tímido y fugaz tintineo de las llaves de su apartamento. Afuera, la bruma ha devuelto la nitidez a los rascacielos y el Empire State y el One World Trade Center alcanzan a mirarse de nuevo.

Una ley brasileña para que los trabajadores consuman cultura


La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, sancionó a finales del año pasado la ley del “Vale Cultura”, con la que los trabajadores recibirán 25 dólares por mes (50 reales) para gastos culturales. Entrará en vigencia este año.

POR BARBARA ALVAREZ PLA - Clarín - Revista Ñ


LEY "VALE CULTURA". Los trabajadores recibirán 25 dólares por mes para gastos culturales.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, sancionó a finales del año pasado la ley del “Vale Cultura”, con la que los trabajadores recibirán 25 dólares por mes (50 reales) para gastos culturales: podrán ir al cine, al teatro, a ver exposiciones, o comprar libros, revistas, música y cine, dependiendo de los locales que lo acepten. Ayer, la Ministra de Cultura, Marta Suplicy, lo hizo público y anunció que entrará en vigor en el transcurso de este año.

En un momento de crisis financiera generalizada, donde la mayoría de los países comienzan sus recortes por la parte de la cultura (en España, por ejemplo, el impuesto del valor añadido a los bienes culturales pasó del 8% al 21% en el último mes), Brasil toma la delantera y cuida las cosas que también importan: “¿Por qué el pobre no puede acceder a la cultura?”, se preguntó la ministra durante la rueda de prensa. Y la verdad, da para pensar y tratar de seguir el ejemplo.

El monto será pagado con una tarjeta electrónica y serán las empresas quienes deciden si lo aceptan, al igual que los trabajadores, eso sí, no todos: solo aquellos que ganen entre uno y cinco salarios mínimos (hasta 1.700 dólares por mes).

De esos 50 reales que se darán por mes, la empresa pagará 45, que podrá descontar del impuesto de la renta, y el trabajador pagará los cinco restantes.

“17 millones de personas estarían dentro del espectro que cumple las condiciones para recibir el Vale, esto representa un potencial de 3.500 millones de dólares (7.000 millones de reales) que serán inyectados en cultura”, afirmó la ministra en un editorial que se publicó esta semana en el diario brasileño Folha de Sao Pablo.

¿Por qué no aprovechar las buenas ideas ajenas y hacer de la cultura un bien de todos todos?

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