Translate

terça-feira, 21 de maio de 2013

DICCIONARIO DE LOS NIÑOS COLOMBIANOS


Diccionario de niños colombianos sorprende a adultos

Arturo Wallace
BBC Mundo en Bogotá

Los niños produjeron cerca de 500 definiciones, que se transformaron en un libro de éxito
Son definiciones llenas de poesía y sabiduría, a pesar de la poca edad de sus autores. O tal vez por esa misma razón…
Van desde la A de adulto ("Persona que en toda cosa que habla, habla primero de sí mismo", según Andrés Felipe Bedoya, de 8 años), hasta la V de violencia ("La parte mala de la paz", en la definición de Sara Martínez, de 7 años).
La guía enseña a los padres a distinguir al niño 'travieso' del que precisa de atención especializada
La investigadora sostiene que los niños ociosos se tornan más creativos
El estudio minimiza el impacto de la TV en el comportamiento de los niños
El diccionario forma parte del libro "Casa de las estrellas: el universo contado por los niños", una obra que sorprendió al transformarse en el mayor éxito de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, a fines del mes de abril. La sorpresa se produjo especialmente porque el libro fue publicado por primera vez en Colombia en 1999 y reeditado a comienzos de este año.
"Eso me hace pensar que el libro continua revelando, continua hablando sobre las pequeñas cosas", dice a BBC Mundo Javier Naranjo, que compiló las definiciones hechas por los niños colombianos.
"Ellos tienen una lógica diferente, otra manera de entender al mundo, otra manera de habitar la realidad y de mostrarnos muchas cosas que olvidamos", afirma.
Es así que, en el peculiar diccionario, el agua es una "transparencia que se puede beber", un campesino "no tiene casa, ni dinero. Solamente sus hijos" y Colombia es "un partido de futbol".

Sabiduría infantil

Adulto: Persona que en toda cosa que habla, habla primero de sí mismo (Andrés Felipe Bedoya, 8 años)
Anciano: Es un hombre que está sentado todo el día (Maryluz Arbeláez, 9 años)
Agua: Transparencia que se puede beber (Tatiana Ramírez, 7 años)
Blanco: El blanco es un color que no pinta (Jonathan Ramírez, 11 años)
Campesino: un campesino no tiene casa, ni dinero. Solamente sus hijos (Luis Alberto Ortiz, 8 años)
Cielo: De donde sale el día (Duván Arnulfo Arango, 8 años)
Colombia: Es un partido de futbol (Diego Giraldo, 8 años)
Dinero: Cosa de interés para los otros con la cual se hace amigos y, sin ella, se hace enemigos (Ana María Noreña, 12 años)
Dios: Es el amor con cabello largo e poderes (Ana Milena Hurtado, 5 años)
Oscuridad: Es como el fresco de la noche (Ana Cristina Henao, 8 años)
Guerra: Gente que se mata por un pedazo de tierra o de paz (Juan Carlos Mejía, 11 años)
Envidia: Tirar piedras a los amigos (Alejandro Tobón, 7 años)
Iglesia: Donde la persona va a perdonar a Dios (Natalia Bueno, 7 años)
Luna: Es la que nos da la noche (Leidy Johanna García, 8 años)
Madre: Mamá me entiende y después se va a dormir (Juan Alzate, 6 años)
Paz: Cuando la persona se perdona (Juan Camilo Hurtado, 8 años)
Sexo: Es una persona que se besa encima de la otra (Luisa Pates, 8 años)
Soledad: Tristeza que da en las personas algunas veces (Iván Darío López, 10 años)
Tiempo: Cosa que pasa para recordar (Jorge Armando, 8 años)
Universo: Casa de las estrellas (Carlos Gómez, 12 años)
Violencia: Parte mala de la paz (Sara Martínez, 7 años)
Fuente: libro Casa de las Estrellas: el universo contado por los niños, de Javier Naranjo
Además de eso, una de las definiciones de Dios pasa a ser "el amor con cabello largo y poderes", la oscuridad "es como el frescor de la noche" y la soledad es la "tristeza que la persona tiene algunas veces".
'Otra visión del mundo'
Las definiciones - casi 500, para un total de 133 palabras diferentes - fueron compiladas durante un período "de entre ocho y diez años", mientras Naranjo trabajaba como profesor en diversas escuelas rurales del Estado de Antioquía, en el este del país.
"En la creación literaria hacíamos juegos de palabras, inventábamos historias. Y la génesis del libro es uno de los ejercicios que hacíamos", cuenta él, que ahora es director de la biblioteca y centro comunitario rural Laboratorio del Espíritu.
Él cuenta que tuvo la idea de pedir a los alumnos una definición de lo que era un niño, durante una fiesta del Día del Niño.
"Recuerdo una definición que era: 'un niño es un amigo que tiene el cabello cortito, no toma ron y va a dormir más temprano'. La adoré, me pareció perfecta."
"Los niños escogieron algunas palabras y yo también: palabras que me interesaban, sobre las cuales yo me preguntaba. Pero no hui de ninguna", afirma Naranjo.
En el diccionario aparecen temas del cotidiano de Colombia, como guerra y "desplazado", persona que se desplaza por el país, generalmente huyendo de conflictos. Uno de los alumnos definió la palabra niño como "un perjudicado por la violencia".
Aprender a escuchar
Para la publicación, Naranjo corrigió la puntuación y la ortografía de las definiciones escogidas, mas afirma no haber eliminado ninguna de las palabras por "cuestiones ideológicas".
Por eso, el libro conserva la voz de los niños, con sus formas de explicar las cosas y construcciones gramaticales particulares. Bianca Yuli Henao, de 10 años, define tranquilidad como "por ejemplo cuando su papá dice que te va a pegar y después dice que no lo va a hacer".
El exprofesor dice que el respeto a la voz de los niños también es parte del éxito del libro, que fue reeditado en 2005 y 2009 e inspiró obras semejantes en México y en Venezuela.
Las ventas del libro ayudaron a financiar las actividades de la biblioteca actualmente dirigida por Naranjo, que continua convidando a los niños a hacer volar la imaginación con otras dinámicas.
"Nosotros adultos somos condescendientes cuando hablamos con los niños y debe ser lo contrario. Más que bajar, nosotros tenemos que ponernos a la altura de ellos. Estar a la altura de ellos es inclinarnos nosotros para mirar a los niños a los ojos y hablar con ellos cara a cara. Escuchar sus dudas, sus miedos y sus deseos", dice.


ORIGINAL EN PORTUGUÉS

Dicionário de crianças colombianas surpreende adultos18
Arturo Wallace
Da BBC Mundo em Bogotá

"As crianças têm um modo peculiar de entender o mundo", diz Javier Naranjo, que compilou as definições feitas por crianças colombianas
São definições cheia de poesia e sabedoria, apesar da pouca idade de seus autores. Ou talvez por isso mesmo.

Vão desde A de adulto ("Pessoa que em toda coisa que fala, fala primeiro de si", segundo Andrés Felipe Bedoya, de 8 anos), até V de violência ("A parte ruim da paz", na definição de Sara Martínez, de 7 anos).

O dicionário está no livro "Casa das estrelas: o universo contado pelas crianças", uma obra que surpreendeu ao se tornar o maior sucesso da Feira Internacional do Livro de Bogotá, no final do mês de abril. A surpresa aconteceu especialmente porque o livro foi publicado pela primeira vez na Colômbia em 1999 e reeditado no início desse ano.

Adulto: Pessoa que em toda coisa que fala, fala primeiro dela mesma (Andrés Felipe Bedoya, 8 anos)
Ancião: É um homem que fica sentado o dia todo (Maryluz Arbeláez, 9 anos)
Água: Transparência que se pode tomar (Tatiana Ramírez, 7 anos)
Branco: O branco é uma cor que não pinta (Jonathan Ramírez, 11 anos)
Céu: De onde sai o dia (Duván Arnulfo Arango, 8 anos)
Colômbia: É uma partida de futebol (Diego Giraldo, 8 anos)
Dinheiro: Coisa de interesse para os outros com a qual se faz amigos e, sem ela, se faz inimigos (Ana María Noreña, 12 anos)
Deus: É o amor com cabelo grande e poderes (Ana Milena Hurtado, 5 anos)
Escuridão: É como o frescor da noite (Ana Cristina Henao, 8 anos)
Guerra: Gente que se mata por um pedaço de terra ou de paz (Juan Carlos Mejía, 11 anos)
Inveja: Atirar pedras nos amigos (Alejandro Tobón, 7 anos)
Igreja: Onde a pessoa vai perdoar Deus (Natalia Bueno, 7 anos)
Lua: É o que nos dá a noite (Leidy Johanna García, 8 anos)
Mãe: Mãe entende e depois vai dormir (Juan Alzate, 6 anos)
Paz: Quando a pessoa se perdoa (Juan Camilo Hurtado, 8 anos)
Sexo: É uma pessoa que se beija em cima da outra (Luisa Pates, 8 anos)
Solidão: Tristeza que dá na pessoa às vezes (Iván Darío López, 10 anos)
Tempo: Coisa que passa para lembrar (Jorge Armando, 8 anos)
Universo: Casa das estrelas (Carlos Gómez, 12 anos)
Violência: Parte ruim da paz (Sara Martínez, 7 anos)

Fonte: livro "Casa das estrelas: o universo contado pelas crianças", de Javier Naranjo
"Isso me faz pensar que o livro continua revelando, continua falando sobre as pequenas coisas", disse à BBC Mundo Javier Naranjo, que compilou as definições feitas por crianças colombianas.

"Eles têm uma lógica diferente, outra maneira de entender o mundo, outra maneira de habitar a realidade e de nos revelar muitas coisas que esquecemos", diz.

É assim que, no peculiar dicionário, a água é uma "transparência que se pode tomar", um camponês "não tem casa, nem dinheiro. Somente seus filhos" e a Colômbia é "uma partida de futebol".

Além disso, uma das definições de Deus passa a ser "o amor com cabelo grande e poderes", a escuridão "é como o frescor da noite" e a solidão é a "tristeza que a pessoa tem às vezes".

'Outra visão do mundo'

As definições - quase 500, para um total de 133 palavras diferentes - foram compiladas durante um período "entre oito e dez anos", enquanto Naranjo trabalhava como professor em escolas rurais do leste do país.

"Na criação literária fazíamos jogos de palavras, inventávamos histórias. E a gênese do livro é um dos exercícios que fazíamos", conta ele, que agora é diretor da biblioteca e centro comunitário rural.

Ele diz que teve a ideia de pedir aos alunos uma definição do que era uma criança, em uma comemoração do dia das crianças.

"Me lembro de uma definição que era: 'uma criança é um amigo que tem o cabelo curtinho, não toma rum e vai dormir mais cedo'. Eu adorei, me pareceu perfeita."

"As crianças escolheram algumas palavras e eu também: palavras que me interessavam, sobre as quais eu me perguntava. Mas não fugi de nenhum", afirma Naranjo.

No dicionário aparecem temas do cotidiano da Colômbia, como guerra e "desplazado", pessoa que se desloca pelo país, geralmente fugindo de conflitos. Um dos alunos definiu a palavra criança como "um prejudicado pela violência".

Aprender a escutar

Para a publicação, Naranjo corrigiu a pontuação e a ortografia das definições escolhidas, mas afirma não ter tirado nenhuma das palavras por "questões ideológicas".

Por isso, o livro mantém a voz das crianças, com suas formas de explicar as coisas e construções gramaticais particulares. Bianca Yuli Henao, de 10 anos, define tranquilidade como "por exemplo quando seu pai diz que vai te bater e depois diz que não vai".

O ex-professor diz que o respeito à voz das crianças também é parte do sucesso do livro, que foi reeditado em 2005 e 2009 e inspirou obras semelhantes no México e na Venezuela.

As vendas do livro ajudaram a financiar as atividades da biblioteca atualmente dirigida por Naranjo, que continua convidando as crianças a deixar a imaginação voar com outras dinâmicas.

"Nós adultos somos condescendentes quando falamos com as crianças e deve ser o contrário. Mais que nos abaixarmos temos que ficar na altura deles. Estar à altura deles é nos inclinarmos para olhar as crianças nos olhos e falar com elas cara a cara. Escutar suas dúvidas, seus medos e seus desejos", diz.

Nenhum comentário:

IA VS. FACTOR HUMANO

¿Acabará la IA con los traductores? Así afrontan el tsunami desde sus facultades Los traductores e intérpretes de idiomas, lejos de evitar e...