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segunda-feira, 25 de fevereiro de 2013

ESPAÑOL


Un país en “español” ignora a los hablantes de idiomas indígenas

Diversidad lingüística del país representa un difícil reto para erradicar los grandes problemas de nuestro país
Falta de medidas prácticas como un centro de llamadas (Call Center), información en idiomas originarios, educación impartida en dialectos con aprendizaje del español, pueden ser alternativas para superar la brecha
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Los servicios de salud y educación, la justicia, los medios de comunicación, el transporte y la seguridad, así como las relaciones productivas y comerciales, y los servicios de empresas privadas, demuestran que la comunicación en Guatemala está dominada por el idioma español, a pesar de que unos 5 millones 854 mil 251 guatemaltecos son indígenas y que en su mayoría hablan uno de los 22 idiomas originarios.

Sabía que su hija estaba enferma y que necesitaba un medicamento con urgencia, pero no entendía con claridad lo que el médico intentaba explicarle. La conversación se tornaba infructuosa. Pasaron unos minutos más, mientras el especialista y la mujer intentaron comunicarse, pero no fue posible el entendimiento. Después, con señas le indicaron que debían retirarse de la clínica, porque había más personas en espera para ser atendidas en el hospital.

Juana Toc tomó la receta médica entre sus manos y acudió a la farmacia más cercana, identificada por una cruz roja. Tras el intercambio de dinero y medicina con el farmacéutico, recibió un cambio de Q22 que guardó muy bien. Nunca supo si pagó el precio justo por los analgésicos o si éstos eran los que realmente necesitaba su hija. No tenía forma de comprobarlo.

A las dos de la tarde, el olor de la comida y el hambre la condujeron hasta un comedor cercano del Hospital San Juan de Dios, en el centro de la Capital, donde tuvo que usar sus manos para señalar el almuerzo que quería. Compartió los alimentos con su hija y unos minutos más tarde emprendió el difícil viaje de más de 250 kilómetros, de regreso a su casa en Quiché.

Aunque es guatemalteca y tiene un perfecto dominio de su idioma materno, el K´iche, Juana parece una extranjera en la Capital de su propio país, pues no domina el español, el idioma oficial –y predominante– de la República, y por eso tiene un limitado acceso a los servicios públicos y a las informaciones imprescindibles para sobrevivir en una ciudad.

Se estima que de 14 millones 636 mil 487 habitantes, en Guatemala unos 5.85 millones son indígenas que en su mayoría dominan uno de los 22 idiomas mayas. En sus comunidades originarias pueden expresarse sin problemas, pero en las zonas urbanas y especialmente en la Capital encuentran un cerco comunicacional, derivado de las tendencias monolingües que han dominado por décadas las políticas públicas estatales y que han excluido a las poblaciones indígenas.

FRONTERAS DEL IDIOMA
Pese a la importante cantidad de población indígena, en el país el sistema legal, económico, político, educativo y de salud se desarrollan predominantemente en idioma español y por ende, de forma excluyente para quienes hablan en los idiomas originarios.

Inclusive, documentos legales, boletines informativos y portales de Internet, tanto de instituciones públicas como privadas, organizaciones no gubernamentales e iglesias se encuentran en español y la atención al público se ofrece solo en ese idioma; rara vez se encuentra la opción de atención en idioma k´iche, q´eqchi o kaqchikel.

Bequer Chocooj, titular de la Comisión Presidencial contra la Discriminación y el Racismo (Codisra), indica que los sistemas sociales exclusivos en el idioma español son una manifestación de discriminación y de racismo que se ha constituido en las diferentes instituciones estatales y privadas.

Solo el canal estatal de televisión “TV Maya” ofrece transmisiones continuas y datos en su portal de Internet en idiomas indígenas; ni siquiera Codisra o la Academia de Lenguas Mayas garantizan facilidades para los hablantes de idiomas de origen maya.

Chocooj reconoce que existe un racismo institucional en la prestación de los servicios; de esa cuenta, ejemplifica que una persona que lleva un caso al Sistema de Justicia y no tiene acceso a un traductor de su lengua materna no es atendido, a pesar de que existe una Ley de Idiomas Nacionales que obliga a las instituciones a que se presten los servicios con pertinencia cultural.

Pero esto no solo sucede en el Sistema de Justicia, sino también en el sector salud, en donde la mayoría del personal no maneja el idioma de las comunidades donde se prestan los servicios. “Esto de alguna manera ha sido una limitante para que se accese a una salud con pertinencia cultural y adecuada al contexto cultural de los pueblos indígenas”, explica el Comisionado.

Lo mismo sucede en educación bilingüe, que se desarrolla teóricamente en algunas comunidades, pero que realmente cuenta con un presupuesto escaso y no se materializa en las escuelas públicas. “Lo que hay concretamente es un incumplimiento de la Ley de Idiomas Nacionales; prestar servicios con pertinencia cultural sigue siendo un reto para el país”, puntualiza Chocooj.

La educación bilingüe intercultural en Guatemala es muy importante, puesto que se hablan 21 idiomas mayas, adicional el castellano y el garífuna. De hecho los 4 grupos mayas más numerosos: k’iche’, q’eqchi’ kaqchikel y mam agrupan al 81 por ciento de la población maya.

APRENDER ESPAÑOL
Según un estudio sobre la educación bilingüe en Guatemala del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales y Save The Children, en Guatemala había en 2006 un total de 3.9 millones de personas de entre 5 y 15 años de edad, de los cuales un 40.5 por ciento se autoidentificó como “indígena”, es decir, 1.56 millones de niños y jóvenes; sin embargo, en sus hogares a uno de cada tres de ellos, sus padres no les enseñarían a hablar en su idioma materno, sino en español.

Es así como 520 mil de ellos no tendrán conocimiento del idioma en que sus padres o abuelos se comunican. En contraposición a este fenómeno, de los 2.3 millones de personas que se auto identificaron como “no indígenas”, el 99.6 por ciento aprendió a hablar en castellano.

El estudio evidencia que hay comunidades indígenas que tienen una alta tasa de aprendizaje del idioma étnico en el hogar –lengua materna– como por ejemplo los chuj, awakatekos, akatekos, q´anjob´ales, ixiles y chalchitecos, con tasas por encima del 95 por ciento.

Aunque ese fenómeno se debe a que son idiomas practicados en municipios sumamente rurales, alejados de grandes ciudades y donde la mayoría de transacciones comerciales se dan entre ellos, no se debe dejar de lado la alta proporción de habitantes indígenas en esos municipios, más del 95 por ciento.

Sin embargo, esa hipótesis no puede ser aplicada a todos los casos, pues en la comunidad lingüística ch´orti´, con presencia en Jocotán y Camotán, con porcentajes de población indígena de 81.3 y 16.5 respectivamente, resulta que solamente en el 12.7 por ciento de hogares se les enseña a los niños a hablar en el idioma de la comunidad lingüística y el resto en español.

Por otra parte, en la comunidad lingüística k´iche´, en el 71.4 por ciento de los hogares se le enseña a los hijos su idioma materno a pesar que en los municipios donde tiene fuerte presencia esta comunidad más del 95 por ciento de su población es indígena. En este caso al igual, que el kaqchikel, es posible que las actividades económicas –sobre todo el comercio– hayan dado paso a una fuerte presencia del idioma castellano, en contraposición de los idiomas maternos.

El Comisionado concluye que todo esto es un efecto del racismo y la discriminación: “Muchos padres recomendaban a sus hijos no hablar en su idioma (materno), porque en efecto, utilizar el idioma ha sido una causa de racismo de nuestros padres, abuelos, y ha tenido efectos para que las generaciones jóvenes dejen de utilizar el idioma maya, garífuna o xinca”.

PROBLEMA ESTRUCTURAL
Para Ricardo Cajas, director del Consejo de Organizaciones Mayas de Guatemala, este es un problema estructural, ya que las bases del país están construidas desde tiempos de la Colonia sin tomar en cuenta los intereses y necesidades de los pueblos indígenas.

El analista considera que estos problemas son actos de discriminación y segregación, pues menoscaban el derecho de los pueblos indígenas, lo cual se ha convertido en parte de la cotidianidad en Guatemala. “Es algo estructural que prácticamente deja afuera a los pueblos indígenas y como consecuencia el mapa de la pobreza, desnutrición, analfabetismo siguen siendo para los pueblos originarios; no es la simple expresión de decir que nos sentimos extranjeros en nuestra propia tierra sino que es algo que así es”.

Cajas dice que el problema idiomático impacta significativamente en el aspecto educativo, ya que hay maestros que no hablan el idioma de las localidades mayas, llegan a una comunidad e “imponen” el idioma español, lo cual demuestra que el sistema educativo, más que pedagógico, es un sistema de imposición.

Además indica que el discurso de interculturalidad que se muestra en la actualidad “se queda en eso y nada más”, ya que “esta interculturalidad solo se puede dar dentro de culturas en condiciones de igualdad, pero cuando esta es utilizada como discurso donde hay una cultura dominante que resulta ser quien inferioriza a las demás”.

La interculturalidad solo se puede dar en países con una democracia plena, “esta solo es válida si lleva componentes contra la discriminación y el racismo, de lo contrario no se puede dar”.

Entre tanto, Martín Sacalxot, Defensor de Pueblos Indígenas de la Procuraduría de Derechos Humanos, considera que los indígenas son extranjeros en su propio país, porque los modelos de vida urbanos no son tolerados ni reconocidos en la dinámica social guatemalteca.

Sacalxot dice que en el aspecto comunicacional, el idioma oficial del país sigue siendo el español, pero aclara que existe una Ley de Idiomas que demanda que los empleados del Estado y funcionarios deberían actualizarse y dominar el idioma de la comunidad donde se están prestando los servicios.

El Defensor señala que de alguna manera el Estado de Guatemala es excluyente con los pueblos indígenas: “Hay una profunda exclusión todavía con respecto a los idiomas, es injusto que se les obligue solo a hablar en español, cuando se puede ser bilingüe”.

Además indica que los mecanismos de atención para los pueblos indígenas son incipientes y no son suficientes, que existe un cimiento cultural en Guatemala que no tuvo pertinencia de las diferencias culturales con respecto a los pueblos indígenas, el cual es un modelo que no reconoce a los pueblos originarios.

Según Sacalxot los asuntos idiomáticos son violaciones a los derechos humanos extendidas o continuadas, ya que a muchas personas indígenas se les prohíbe de diferente manera, como sucede en las escuelas que se les obliga a que se despojen de su indumentaria para tener derecho a la educación, “son resabios todavía de nuestra cultura guatemalteca, por lo que demanda que todos entremos en una nueva etapa de reconocimiento y relación”.
“Hay una profunda exclusión todavía con respecto a los idiomas, es injusto que se les obligue solo a hablar en español, cuando se puede ser bilingüe”.
Martín Sacalxot
Defensor de Pueblos Indígenas de la Procuraduría de Derechos Humanos

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