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terça-feira, 26 de fevereiro de 2013

CURADOR DE CONTENIDO


¿la nueva función del periodista?

El concepto “content curator” aparece con frecuencia en la Red traducido al castellano como “curador de contenido”. Literalmente correcto, no deja por ello de sonar algo extraño, y más aún cuando a continuación se asegura que en tal cosa consiste la nueva labor del periodista.
¿Qué es un curador de contenido? Según arrojan las definiciones, es la persona que selecciona y pone a disposición del usuario contenido que circula por Internet y que, sobre la base de su desarrollado criterio, le parece de interés. Pero, ¿no es eso lo que han hecho siempre los informadores: darle estructura a los datos -esto es, elegirlos y organizarlos- y ofrecérselos al público? Pues sí, y a la vez no.
Ya se ha dicho en más de una ocasión que los nuevos medios están transformando a los periodistas de “gatekeepers” a “gate-watchers”. Ya no se trata de ganarse a la audiencia ofreciendo productos exclusivos, sino de ejercer de seleccionadores, de “filtros humanos” fiables a los que acogerse en medio de la avalancha informativa. Es decir, de curadores de contenido.
¿Qué hace un curador de contenido?
Ser curador de contenido no significa únicamente detectar lo mejor que circula por las webs, sino hacerlo sistemática y coherentemente y ponerlo con igual rigurosidad a disposición del usuario. Esto implica que el curador ha de ser capaz de ordenar, presentar y compartir la información destacada que encuentre.
Aunque los curadores no suelen ser autores del contenido, el acto de la selección resulta valioso en sí mismo. Como comenta Josh Strenberg en un artículo titulado Por qué la curación es importante para el futuro del periodismo (“Why is curation important to the future of journalism”), la diversidad de fuentes existentes hoy por hoy –medios de comunicación, blogs, redes sociales, etc.- abre una brecha entre el reportero y el público. O entre el suministrador y el consumidor. De ahí surge la necesidad de que alguien de confianza ejerza de intermediario y ayude a clasificar la ingente cantidad de datos.
Paralelamente al desarrollo del periodismo irá creciendo la importancia del curador, del que hasta el momento se han distinguido dos categorías, indica Strenberg en su texto: aquel que distribuye contenido sin llevar a cabo ningún trabajo de edición y aquel que introduce ideas propias al tiempo que rebloguea, retwittea, enlaza y demás.
Todo esto da paulatinamente lugar a una nueva forma de narrar, cuyo aspecto depende de las herramientas que se decida utilizar.
Antes de empezar
Antes de empezar a “curar” un tema, pregúntate cómo lo quieres hacer exactamente,aconseja Andy Bull, autor del libro Multimedia Journalism. Una posibilidad es concentrarse en un determinado aspecto de la historia, otra cubrirla como un proceso no concluso, a medida que se va produciendo.
Una vez tengas clara tu posición de partida, puedes lanzarte a la búsqueda de una plataforma que se ajuste a tus necesidades: las hay concebidas para contar una sola trama y pensadas para la narración prolongada en el tiempo.
A continuación, algunos portales especializados en la curación que podrían ser de tú interés.
Storify
Guiándose por palabras clave, Storify va acumulando contenido extraído de redes sociales como Facebook, Twitter, Flickr o Youtube. También importa material de Google Search y de los feeds RSS que hayas abanado, y te permite “embeder” (integrar) URL. Es decir, que aquí puedes presentar todo lo que quieras sin límite alguno, además de editar lo seleccionado y añadirle tus propios textos explicativos.
Creado tu “stream” (la corriente continua de datos que da lugar a tu historia), y colocados en el orden correcto, el portal te ofrece la opción de compartirlo directamente desde él. Y tras la publicación, tu historia sigue siendo interactiva: los usuarios pueden responder a los tweets y los twitteros a los que menciones en Storify serán notificados. Exportar el stream a tu blog y modificar posteriormente su formato es igualmente fácil.
A modo de ejemplo: “Así contaron los medios el ‘Corralito’ argentino”, un Storify del blog 233 grados.
Storyful es similar a Storify. Te recomendamos que pruebes ambas plataformas y elijas la que más te guste.
Scoop
Para participar en Scoop tendrá que llegarte primero una invitación. Pero incluso sin cuenta propia puedes subscribir los streams que te parezcan interesantes y recibir vía correo electrónico cualquier novedad que en ellos se produzca.
Scoop es útil a la hora de curar cuestiones concretas, anota Bull. Los pasos a seguir una vez convertido en miembro son: elegir un tema, ponerle nombre al stream y determinar el idioma y las fuentes. De lo que te ofrezcan dichas fuentes extraerás aquello que desees presentar, y también la página te recomendará contenido en función las palabras clave que le hayas indicado, las mismas que te servirán para ordenar los perfiles de otros usuarios, abonarlas y “rescoopear” así sus entradas.
Después de darle luz verde a un scoop (compendio de enlaces) podrás compartirlo con tu comunidad a través de Facebook, Twitter, Linkedin o publicarlo en tu blog de WordPress o Tumblr.
Todo periodista ambicionado ha de estar suscrito al “Multimedia Journalism” de Bull. Otro scoop recomendable es “Content Curation Platforms & Tools for Journalists, Educators, Community Managers and so on”. Y también nosotros hemos creado uno dedicado a la narración en Internet: “Storytelling online”.
Bundlr
Un “bundle” es,como un scoop, contenido de Internet agrupado. En este portal, textos, fotografías, vídeos, tweets, enlaces, etc. se clasifican en “bundles” y se ponen a disposición de los cibernautas vía mail o redes sociales. La idea es similar a la de Scoop, con la diferencia de que no requiere invitación: el registro acontece a través de tu cuenta de Twitter o Facebook.
Los bundles relacionados con temas que te interesen los puedes añadir a favoritos. Aquí un ejemplo de un bundle dedicado al “open data”: una colección de artículos, presentaciones y manuales sobre el periodismo de datos y las técnicas de visualización.
Pearltrees
Otro proyecto interesante desarrollado en París: Pearltrees. La plataforma cuenta con un destacado lado visual. Su contenido aparece presentado como “pearls” (perlas) en un esquemático árbol, lo que simplifica el trabajo conjunto -en un llamado Equipo Pearlstree- de varios usuarios.
Snip
A Snip puedes incorporar tus entradas de Facebook y crear grupos de enlaces (“snips”) que guardar o compartir con otros. Más información sobre este servicio.
Kurat
Kurat te permite establecer uno o más flujos de noticias a partir de palabras claves y hashtags. La plataforma recoge material a lo largo y ancho de toda la Red, incluidos tweets y feeds RSS.
Más herramientas para la curación de contenidos:
• Qrait
• Redux
• bagtheweb
• eqentia
• shareist . Requiere invitación.
• Pinterest. Requiere invitación.
• Curata. Pensada para fines comerciales; disponible una versión de prueba de 30 días.
Sobre la base de Twitter
Además de los portales arriba descritos, una serie de webs se centran en Twitter y te ofrecen la posibilidad de estructurar el contenido que en torno a un tema, a un evento, a una empresa o a cualquier otra cosa que se te ocurra. Algunas de ellas son:
• keepstream: recopila tweets y los estructura con fin a embederlos en blogs o páginas de Internet.
• Curated: no se queda sólo en los tweets y registra además enlaces a través de marcadores y extensiones de Google Chrome. Más acerca de esta plataforma.
• Chirpstory: aún más completo; te permite añadir textos y enlaces a fotos y vídeos y hacer cambios en el diseño (formato, colores…).
• Cadmus: aborda la curación de contenidos desde otra perspectiva. El portal te ayuda a abrirte paso a través de la corriente informativa de Twitter mostrándote las tendencias generales y las personales, es decir, aquello que se comenta en los perfiles a los que sigues. Al principio asusta su aspecto algo caótico, pero Cadmus tiene la ventaja de otorgar una visión directa de las reacciones que generan los tweets.
Marcadores sociales
Aunque conocidos marcadores sociales como StumbleUpon y Reddit han ido perdiendo popularidad, algunos de ellos han acabado convirtiéndose en una atractiva alternativa para la curación de contenidos.
Echémosle un vistazo al recientemente relanzado Delicious. Este portal no sólo te permite almacenar tus sitios marcados y categorizarlos como públicos o privados, sino también crear “stacks”, conjuntos de enlaces similares a los bundles o los scoops. Los stacks pueden reeditarse incluso vez publicados, y es posible añadir nuevos o borrar viejos.
La desventaja de esta web es que no traslada los stacks directamente a las redes sociales. Mandar el enlace vía mail es factible, pero claramente insuficiente.
Por un concepto completamente diferente apuesta Utopic, que publica automáticamente todo lo que hayas compartido o liked en Twitter, Facebook, Youtube, Google Reader, aparte de las colecciones de enlaces que hayas guardado en Utopic. El servicio también te sugiere usuarios a los que quizás quieras seguir.
Paper sigue el mismo principio y convierte el tus posts de Twitter y Facebook y tus feeds RSS en una especie de periódico digital. El portal reúne contenido y lo publica diariamente a modo de selección de lo más destacado.
Y en esta entrada se hace referencia a otras herramientas.
¿Cómo encuentra el curador la información?
Aunque como curador de contenido también publiques de vez en cuando cosas propias, tu tarea principal es la de recopilar y dar a conocer aquello que sobre una cuestión circula por Internet y tiene valor. Eso significa que, antes de nada, tienes que encontrar el contenido.
Para cumplir con esta labor puedes servirte de agregadores o de buscadores del estilo deTopsy.
Aquí se describen otras herramientas.
Y, para terminar, recuerda: independientemente de las plataformas que utilices, de los servicios de los que te valgas y de los portales a los que recurras, es la calidad de tu trabajo como curador la que marca la diferencia.
Natalia Karbasova
Traducción: Luna Bolívar

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