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segunda-feira, 29 de outubro de 2012

FUNDÉU RECOMIENDA


Recomendación del día


honoris causa se escribe en minúscula y en cursiva

La locución latina honoris causa se escribe con minúsculas iniciales y en cursiva, de acuerdo con lo indicado en la Ortografía académica.

Esta locución generalmente aparece escrita en el título doctor honoris causa que las universidades conceden como reconocimiento a los méritos especiales de alguien.

En este caso, solo se escribe honoris causa en cursiva o, si no se dispone de este tipo de letra, entrecomillado: doctor honoris causa.

De modo que en frases como «Los siete ponentes de la Constitución Española de 1978 son investidos hoy Doctores Honoris Causa por la Universidad de Cádiz» lo apropiado hubiera sido «Los siete ponentes de la Constitución Española de 1978 son investidos hoy doctores honoris causa por la Universidad de Cádiz».

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¿Hace falta haber ido a la guerra para escribir una buena novela bélica?

Buscamos la respuesta a esta pregunta analizando dos novelas estadounidenses, publicadas este año, sobre la segunda guerra de Irak. Ambas son candidatas para el National Book Award. Una fue escrita por un joven ex soldado y la otra por un escritor que nunca fue a la guerra.
POR ANDRÉS HAX

Dos novelas sobre la guerra en Irak, ambas candidatas para el National Book Award.
La ultima guerra de Irak, ya en sus últimos espasmos, duró más tiempo que la segunda guerra mundial y más tiempo también que la guerra de Vietnam. Y sin embargo no parece ocupar un lugar tan grande en el imaginario mundial (o, por lo menos, el estadounidense) como esas dos conflagraciones. Obviamente hay gigantescas diferencias entre los tres conflictos y no se pueden equiparar, pero para el propósito de esta columna podemos precisar esta pregunta por lo menos: ¿Por qué las guerras de Irak no han producido ni siquiera una gran novela?

Puede ser que los soldados que pelean en la guerra ya no son lectores, o tal vez no piensan en la novela como un género para relatar sus experiencias. Puede ser que la televisión y los videojuegos ocupan el lugar que antes ocupaban las novelas (Wikipedia lista más de una decena de videojuegos situadas en Irak). O tal vez la novela estadounidense en si, está en sus últimos suspiros, en un crepúsculo decadente en manos de los estudiantes de creative writing. Los Jonathan Franzen y David Foster Wallace de este mundo no van a la guerra. Por lo tanto, escriben sobre lo que conocen: la tristeza de las clases cómodas. Pero ¿Hace falta haber ido a la guerra para escribir una buena novela bélica?

Podemos esbozar una respuesta a esta pregunta mencionando dos novelas estadounidenses, publicadas este año, justamente sobre la segunda guerra de Irak. La primera: Billy Lynn’s Long Halftime Walk (La larga caminata del medio tiempo de Billy Lynn) fue escrita por Ben Fountain, que nunca fue soldado. Y la segunda, The Yellow Birds (Los pájaros amarillos), fue escrita por Kevin Powers, un joven veterano de Irak y una nueva promesa de las letras estadounidenses según varios personajes, entre ellos, Tom Wolfe. Ambos libros son candidatos para el National Book Award de ficción, uno de los premios literarios más prestigiosos de los Estados Unidos.

Kevin Powers, de 31 años de edad, se unió como voluntario al ejército estadounidense a los 17 años. Luego de desvincularse de las fuerzas armadas, estudió literatura y después escritura creativa con una especialización en poesía. The Yellow Birds es su primera novela y cuenta la amistad de dos soldados rasos, desde su entrenamiento en una base en Nueva Jersey hasta los combates en Al Tafar, Irak. El arco narrativo del relato esta travesado por detalles que son innegablemente productos de la experiencia, tanto en términos de lenguaje, paisaje y mundos interiores.

La larga caminata del medio tiempo de Billy Lynn también es una primera novela, pero Fountain tiene 54 años. Su libro previo, Breves encuentros con Che Guevara, es una colección de cuentos publicado en el 2006. Fountain fue abogado pero siempre quiso ser escritor. En un artículo en The New Yorker sobre talentos que se desarrollan tarde en la vida, Malcom Gladwell describió como Fountain abandonó su trabajo para dedicarse, con una disciplina feroz, a aprender a escribir. La novela de Fountain es una brutal y mordaz crítica a la guerra. Cuenta un día en la vida de un soldado y su pelotón que deben desfilar en un partido de futbol americano de los Cowboys de Dallas en Texas.

La obra de Kevin Powers es un clásico relato de jóvenes transformados por la enorme maquinaria militar y, por el ruido y la furia de la guerra. Tal vez, con los años, será vista como la primera gran novela del conflicto en Irak, y como parte de la tradición las novelas bélicas estadounidenses que pasa por El rojo emblema del valor (1895) de Stephen Crane, Por quién doblan las campanas (1940) de Hemingway y Las cosas que llevaban los hombres que lucharon (1990) de Tim O’Brien. En su centro esta la experiencia del combate contado de una manera lírica, romántica y trágica; tal vez mirando como un gran ideal poético-literario a la Ilíada de Homero.

La novela de Ben Fountain, asombrosamente, cuenta la guerra sin contar el combate, ni siquiera esta situada en Irak. Lo que logra el autor de La larga caminata del medio tiempo de Billy Lynn es imaginarse el conflicto interior de un joven soldado que, golpeado por la brutalidad de la experiencia de combate, tiene que confrontarse con el patriotismo hipócrita.

El 14 de noviembre se anuncia el ganador del National Book Award. Para esa fecha los Estados Unidos tendrá un nuevo presidente, o comenzará el segundo mandato de Obama. Sea quien sea, ojalá que lea a Powers y Fountain. Que la novela sigue siendo la mejor forma de comunicar la experiencia humana. Y ojalá que sean los primeros volúmenes de una ráfaga de novelas sobre un periodo muy oscuro de la historia de los Estados Unidos. Para que así, a través de la literatura, podamos comprenderla mejor.

LA LENGUA EN SALSA

La Nueva Ortografía de la Lengua Española excluye los dígrafos ch y ll del abecedario
PABLO RAMOS MÉNDEZ | EL UNIVERSAL – Venezuela.

Hablar Bien 2
En columna anterior hablamos sobre este tema. Hoy vamos a profundizar un poco. Decir: llevémoslos, vayámosnos, busquémoslas, dijimos que son formas incorrectas en grado superlativo. Mejor usar las correctas, que se logran sacando esa s. Con ello, lo que algunos quieren es lucirse y creen que así es mejor, que están hablando finos. Debemos decir en buen castellano:vayámonos, busquémolas y así sucesivamente.

Quiero insistir en otras formas incorrectas, de uso ordinario en el habla coloquial venezolana. No voy a sentirme satisfecho si no menciono una vez más, el de la inmensa mayoría de quienes hablan por la tele y pronuncian la s como una jota. Acabo de oír por a tele a una profesora que dijo: Lajejcuelaj ejtadalej, con su doble error, ya que hemos dicho que la palabra estadal no existe. ¿Qué maj quieren?, ¿Quieren maj?

Cuando uno pronuncia bien las palabras, se oye elegante y culto. Lo triste es que esta falla es tanto más horripilipantosa cuanto más prestigioso es el hablante. Y créanme, en este país no se salva casi nadie, ni la constitución. Si es un político, mucho peor es la cosa.

Sabotear. De sabotear viene saboteemos. Recuerde que tenemos la obligación de hablar bien. Nunca diga sabotiemos.

Principales cambios en la Nueva Ortografía. Exclusión de los dígrafos ch y lldel abecedario. Ahora se dice a-b- c- d y luego k- l-m-n etc. Observe la eliminación de ch y ll.

1. Sustitución, por grafías propias del español, de la q etimológica con valor fónico independiente en aquellos extranjerismos y latinismos plenamente adaptados al español (quorum > cuórum).

2. Eliminación de la tilde en palabras con diptongos o triptongos ortográficos:guion, truhan, fie, liais, etc.

3. Eliminación de la tilde diacrítica en el adverbio solo y los pronombres demostrativos, incluso en casos de posible ambigüedad.

4. Supresión de la tilde diacrítica en la conjunción disyuntiva o escrita entre cifras: 3 o 4.- 9 o 10.

Cómo decir mejor las siguientes oraciones utilizando el lenguaje culto: 1. El perrito nos vino a morder. 2. Vuélvemelo a decir. 3. Por estarte ocultando. 4. Este lugar es para venirse a olvidar de problemas. 5. Lo tengo que hacer. 6. No la sé cantar.

Soluciones. 1. El perrito vino a mordernos. 2. Vuelve a decírmelo. 3. Por estar ocultándote. 4. Este lugar es para venir a olvidarse de problemas. 5. Tengo que hacerlo. 6. No sé cantarla.

Decires. Tirar la toalla. Dile que no puedo, la masa no está pa´ bollos. Le estaban dorando la píldora. Ni tan bajo que queme al santo, ni tan alto que no lo alumbre... A ojo de buen cubero.

Frases sueltas: - Es una locura amar, a menos que se ame con locura. -El sabio no dice lo que sabe y el necio no sabe lo que dice. Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala, es el silencio de la gente buena.

Humor. Suena el teléfono y un borrachito dice a su esposa a las once de la noche: Amor, voy a llegar en 30 minutos. Si no he llegado, vuelve a leer el mensaje. Es que no tengo mucho saldo. Ya está.

lalenguaensalsa@hotmail.com

LA RECOMENDACIÓN DIARIA:

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