Translate

sexta-feira, 8 de outubro de 2010

DESTINOLOGIA



________________________________________


Sobre o destino Por Navegante, para Vacaburra.-- Outubro de 2010

O curioso do destino é que está escrito com tinta invisível.
O perseguimos com ou sem descanso, às vezes com os olhos entreabertos,
como tentando não olhar aonde vamos.
Ou quiçá seja que pretendemos enganar a nós mesmos ou algum outro,
e tirar-lhe mérito ao destino. Que é o único que desentranha, desamarra, destapa, descobre.
Tantas coisas que desfaz quando em realidade tão só constrói.
Porém o faz com tinta invisível, com traços finos que só tomam forma ante nós justo um
instante antes que o futuro se manifeste presente, ante nós.
Os fios do destino tecem de maneira arrevesada, confusa e indecifrável.
Mas tudo como no teatro e a mentira, resulta aparente, e não é menos o destino com a vida.
Sutil e calado, como o carvão sobre o papel, dando forma ao vazio do papel em branco.
O destino.
Há chegado a dizer dele que não é nada, que não existe, e o reduzem a um mero fenômeno
chamado casualidade. Mas tudo, como no teatro e na vida, é o que parece, porém ao mesmo
tempo é mais. O destino e a casualidade têm a ver, porém não como antagonistas, não como
duas versões da mesma visão. A causalidade da casualidade.
Aí reside o destino, nada é casual, e tudo casualmente responde a um por quê.
É assim singelo, embora possa ser tão complicado como queiramos; isso já depende de
cada um.
Há quem confia cegamente no que lhe depara o destino, tudo um tesouro digno de um mesmo.
E então se abandona a um destino que não só há de chegar, senão que virá a buscar-lhe e lhe
trará aquilo que espera. Mas o destino é caprichoso e pelo geral tende a burlar-se das
expectativas dos pobres mortais. Aborrece-lhe o singelo, o evidente, não tem mérito.
Gosta-lhe surpreender, fazer cabriolas impossíveis e fazer do detalhe uma obra mestra de
repercussões inquietantes.
Também há quem o persegue com afinco e empenho, convertendo-o em seu objetivo absoluto.
A persecução é motor e obsessão de suas vidas.
Nestes casos o destino não costuma ser cruel, oferece oportunidades e dá pequenas surpresas.
E embora às vezes pode se divertir pondo a prova seus perseguidores, a verdade é que não
costuma ser cruel, e o sucesso da empresa destes depende exclusivamente deles.
Não se pode negar que também existem os reveses do destino.
Esses arrebatamentos desmedidos e incompreensíveis que nos pegam por surpresa desbaratando
qualquer plano por perfeito ou bem amarrado que estivesse.
A surpresa nestes casos costuma ser monumental, e pelo geral desagradável.
Poucas coisas há piores que as que jogam por terra planos e projetos de futuro, esperanças e
sonhos, perdidos num suspiro.
A sabedoria do destino parece obtusa e cruel em momentos assim.
Se nos escapa o razoamento borrento e obscuro do tecedor nestas situações.
Mas o destino está mais além da razão, não responde ante ninguém, e por mais que o tentemos
seus traços seguirão escrevendo-se com tinta invisível até que se faça tangível ante nós.
O destino fala, às vezes sussurra, e inclusive grita, porém em qualquer caso dita, e inclusive condena.
É a voz que ouvimos queiramos ou não, e não aceita apelação alguma.
Mas podemos tratar de escutar ademais de ouvir, e então é quando se pode encontrar à sabedoria
do destino.
Conduze-nos por vezes a caminhos inesperados, as vezes surpreendentes, as vezes misteriosos.
E em estas ocasiões é quando temos que saber ver na sabedoria do destino as oportunidades
que nos oferece para fazer novos planos, mais realistas, mais engenhosos, mais satisfatórios, mais
agradáveis, mais atrativos.
Oportunidades com maiúsculas, novos caminhos por percorrer, por descobrir.
Nos que o destino se nos manifeste mil vezes mais com sua magia de tinta invisível e sabedoria
borrenta e infinita.

Sobre el destino

Lo curioso del destino es que está escrito con tinta invisible.
Lo perseguimos con sin descanso, a veces con los ojos entreabiertos, como intentando no mirar a
donde vamos. O quizás sea que pretendemos engañar a nosotros mismos o algún otro,
y quitarle mérito al destino. Que es el unico que desentraña, desata, destapa, descubre.
Tantas cosas que deshace cuando en realidad tan solo construye.
Pero lo hace con tinta invisible, con trazos finos que sólo toman forma ante nosotros justo un
instante antes de que el futuro se manifieste presente, ante nosotros.
Los hilos del destino, tejen de manera enrevesada, confusa e indescifrable.
Pero todo como en el teatro y la mentira resulta aparente, y no es menos el destino con la vida.
Sutil y callado, como el carbón sobre el papel, dando forma al vacío del papel en blanco.
El destino.
Se ha llegado a decir de él que no es nada, que no existe, y lo reducen a un mero fenómeno
llamado casualidad. Pero todo, como en el teatro y la vida, es lo que parece, pero al mismo
tiempo es más. El destino y la casualidad tienen que ver, pero no como antagonistas, no como
dos versiones de la misma visión. La causalidad de la casualidad.
Ahí reside el destino, nada es casual, y todo casualmente responde a un porqué.
Es así de sencillo, aunque puede ser tan complicado como queramos, eso ya depende de cada
Uno.Hay quien confía ciegamente en lo que le depara el destino, todo un tesoro digno de uno mismo.
Y entonces se abandona a un destino que no solo ha de llegar, sino que vendrá a buscarle y le
traerá aquello que espera. Pero el destino es caprichoso y por lo general tiende a mofarse de las
expectativas de los pobres mortales. Le aburre lo sencillo, lo evidente, no tiene mérito.
Le gusta sorprender, hacer cabriolas imposibles y hacer del detalle una obra maestra de
repercusiones inquietantes.
También hay quien lo persigue con ahínco y empeño, convirtiéndolo en su objetivo absoluto.
La persecución es motor y obsesión de sus vidas.
En estos casos el destino no suele ser cruel, ofrece oportunidades y da pequeñas sorpresas.
Y aunque a veces puede divertirse poniendo a prueba a sus perseguidores, la verdad es que no
suele ser cruel, y el éxito de la empresa de estos depende exclusivamente de ellos.
No se puede negar que también existen los reveses del destino.
Esos arrebatos desmedidos e incomprensibles que nos cogen por sorpresa desbaratando cualquier
plan por perfecto o bien atado que estuviese.
La sorpresa en estos casos suele ser monumental, y por lo general desagradable.
Pocas cosas hay peores que las que echan por tierra planes y proyectos de futuro, esperanzas y
sueños, perdidos en un suspiro.
La sabiduría del destino parece obtusa y cruel en momentos así.
Se nos escapa el razonamiento borroso y oscuro del tejedor en estas situaciones.
Pero el destino está más allá de la razón, no responde ante nadie, y por más que lo intentemos
sus trazos seguirán escribiéndose con tinta invisible hasta que se haga tangible ante nosotros.
El destino habla, a veces susurra, e incluso grita, pero en cualquier caso dicta, e incluso condena.
Es la voz que oímos, queramos o no, y no acepta apelación alguna.
Pero podemos tratar de escuchar además de oír, y entonces es cuando se puede encontrar la sabiduría
del destino.
Nos conduce a veces por caminos inesperados, a veces sorprendentes, a veces misteriosos.
Y en estas ocasiones es cuando tenemos que saber ver en la sabiduría del destino las oportunidades
que nos ofrece para hacer nuevos planes, más realistas, más ingeniosos, más satisfactorios, más
agradables, más atractivos.
Oportunidades con mayúsculas, nuevos caminos por recorrer, por descubrir.
En los que el destino se nos manifieste mil veces más con su magia de tinta invisible y sabiduría
borrosa e infinita.

El Navegante, para Vacaburra.

LA RECOMENDACIÓN DIARIA:

  LA RECOMENDACIÓN DIARIA el maratón  y  la maratón ,   formas adecuadas   La palabra  maratón  puede emplearse tanto en masculino  ( el mar...